Un año para recordar

Por fin le llegó la hora a Atlético de Rafaela. Ya está, es de primera. Atrás quedaron las dos Promociones perdidas ante el mismo rival -Gimnasia- en 2009 y 2010. Los números, en los balances, demuestran seriedad desde la cúpula y los números en la cancha alejan cualquier discusión. Lo ratifica año tras año; a La Crema le queda chica la segunda categoría. Ahora, el reto es afianzarse en la elite, una materia que adeuda.Pero, por estas horas, en el barrio Alberdi, esas preocupaciones no tienen lugar. Luego de la victoria que decretó el ascenso en Tucumán (2-0 sobre Atlético), el sábado pasado, el júbilo se adueñó de cada esquina de la ciudad santafecina. Pocas horas después de materializar el sueño, los héroes albicelestes fueron recibidos en su tierra por una multitud. Autos, motos y bicicletas formaban el escuadrón de la caravana. La procesión hasta el estadio Monumental fue gloriosa. Allí, en el templo del fútbol rafaelino, se desató el carnaval. Remeras alusivas, cornetas, gorro, bandera y vincha. Simpatizantes y jugadores se fundían en un abrazo multitudinario.Sin embargo, en medio del desconcierto en el que desemboca tanta euforia, una presencia magnética ganó la pulseada del cariñómetro. Fue el eje de todas las dedicatorias por parte del plantel y el más solicitado por los hinchas. La paradoja es que Gabriel Airaudo (de él se trata) no jugó ni un sólo minuto en esta gran campaña de La Crema; al menos, no desde adentro del campo de juego. Aunque también es cierto que si no lo hizo no fue por un flojo desempeño en los entrenamientos, sino porque hace poco más de un año, el domingo 23 de mayo de 2010, en La Plata, recibió un tremendo golpe -involuntario- del volante de Gimnasia Lucas Castro, que le causó múltiples fracturas en la cara, al punto de casi perder su ojo izquierdo. Por estos días intenta recuperarse. La tarea no es fácil: aún no puede estar a la luz sin sus lentes y las operaciones continúan.Jorge Airaudo, padre de Gabriel, estaba aquel día en el Bosque platense, esperanzado de que Atlético ascendiera a primera. Llegó persiguiendo un sueño y se retiró inmerso en una pesadilla. "En aquel momento fue todo...