El rechazo a la reforma laboral hunde a Francia en una crisis de nervios

PARÍS.- Una atmósfera de caos y crispación se respiraba ayer en después de ocho días de contra el proyecto de reforma laboral. El país se encontraba al borde de la crisis de nervios debido a la multiplicación de manifestaciones sindicales, huelgas en refinerías y centrales nucleares, penuria de combustible, perturbación en los transportes y violentos enfrentamientos con la policía.

Por lo menos 153.000 personas marcharon ayer en todo el país, según las autoridades. Unas 300.000, para los sindicatos. Aun así, la movilización parece reducirse en relación con la semana pasada, cuando las centrales obreras había reivindicado 400.000 manifestantes.

La reforma contempla, entre otras medidas, una flexibilización en las normas para los despidos y en las negociaciones colectivas.

La violencia, sin embargo, continúa. Al margen de las marchas, bandas de encapuchados volvieron a atacar a las fuerzas de seguridad y provocaron importantes daños materiales. Según el Ministerio del Interior, 77 personas fueron detenidas ayer, mientras que 15 policías y gendarmes resultaron heridos.

"En varias ciudades, esta nueva jornada de acción fue sinónimo de gran tensión", afirmó el vocero del ministerio, Pierre-Henry Brandet.

Liderado por la central de orientación comunista CGT, el frente opositor endureció estos días el movimiento bloqueando refinerías y depósitos de combustible y multiplicando los llamados al paro en sectores estratégicos como las centrales nucleares. Con esta pulseada, la CGT y su principal líder, Philippe Martinez, no solo han acentuado la fractura con otras centrales sindicales reformistas, sino que empujaron al gobierno a la radicalización.

Tras más de una semana de agitación y bloqueos, la población comienza a sentir las consecuencias de esa acumulación de paralizaciones. Entre 20 y 30% de las estaciones de servicio del país estaban ayer cerradas o sufrían problemas de aprovisionamiento. Empujados por el miedo a quedarse sin combustible, miles de automovilistas intentan hacer reservas, provocando gigantescos embotellamientos en los surtidores disponibles.

Las autoridades aseguran que no hay escasez de nafta y afirman que la situación actual se aplica por un aumento del consumo de cerca de 500%. El gobierno anunció también que las fuerzas del orden seguirán desbloqueando los depósitos de combustible en todo el país.

Recién llegados a la protesta, los asalariados de las 19 centrales nucleares votaron anteayer una huelga que ya provocó una...

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