Recalculando para tratar de llegar a 2023, la meta del oficialismo

El presidente Alberto Fernández

Sea cual fuere el resultado de las elecciones del 14 de noviembre, buena parte del oficialismo prefiere pasarlas a pérdida rápido para empezar a pensar en el día después. Aún cuando se ilusionen y no descarten una recuperación sensible de votos. La premisa es tan simple como cruda: hay que recalcular para llegar a 2023 .

El orden (o el desorden) nacido el 10 de diciembre de 2019, que fue degradando la cuarentena y sus secuelas, colapsó el 12S y se impone refundarlo. Como la economía. Todo está en crisis y puede agravarse muy peligrosamente. Sobre todo si se repiten escenas como la de ayer en Plaza de Mayo . Es la coincidencia y el temor que domina en el Frente de Todos (a pesar de Alberto Fernández ). Hasta el diagnóstico llega la concordancia. En el tratamiento aparecen las diferencias. Muchas.

La incertidumbre sobre el resultado de los comicios y la energía puesta para enderezar una campaña fallida en primera vuelta agregan una cuota de dificultad al análisis interno respecto del futuro poselectoral. Aunque todos saben que es solo una parte del problema, capaz de ahondar dificultades. No el principal escollo.

Por eso, el primer dispositivo que se puso en acción (o en palabras) después de la semana fatídica posterior a las PASO estuvo destinado a restaurar al Gobierno y reparar lo que quedaba de la dañada autoridad presidencial, al mismo tiempo que se hizo profesión de fe la decisión de mantener unida la coalición peronista gobernante. El miedo disciplina y ordena .

Sin embargo, esos son, por ahora, meros enunciados aglutinantes, obligados cada día a superar la prueba a los que lo somete la diversidad de orígenes, visiones, personalidades, creencias, ambiciones y proyectos disímiles de las distintas alas de un espacio originalmente heterogéneo, al que se le agregó el superprotagonismo de Juan Manzur . No es un detalle más.

En ese propósito de reconfigurar la estructura de mando del Gobierno empezó a tallar el eje Máximo Kirchner-Sergio Massa-Wado de Pedro , revitalizado por su rol de artífices del promocionado almuerzo en la Casa Rosada al que asistió media docena de poderosos empresarios. El trío sigue mirando críticamente (entre el recelo y la descalificación) la conducción y la figura de Alberto Fernández, pero buscan revitalizarlo para que sea un punto de equilibrio interno. La aparición hiperactiva de Manzur y sus ambiciones para 2023 obligan a revisar las alianzas.

Desde el trío cámporo-massista (el...

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