La rebelión de la histeria

De todas las dicotomías de la humanidad, incluida la de negros y blancos, la división más grave es entre hombres y mujeres, entre otras razones, porque nos metemos en la cama con los enemigos". Brava, la frase. Brava, también, quien la dice: Vivian Gornick, nacida y criada en el Bronx de la posguerra, parte de la Segunda Ola Feminista de los años 60 y 70, y autora de un libro -Apegos feroces- que, recientemente reeditado por Sexto Piso, conserva toda la capacidad de fuego de su edición original. Allí Gornick habla del arrasador vínculo con su madre y, por extensión o no tanto, de su propio modo de transitar la vida en tanto mujer. Y de los modos -desesperantes, ambivalentes, encendidos por el deseo, devastados por la contradicción- de entenderse con los varones."Las jóvenes de entre 30 y 40 años han salido a buscar sangre -dijo hace unos meses, al referirse a la furia del feminismo actual-; hay ira, rabia, y eso es fruto del progreso insuficiente en el ámbito de la igualdad". En estas palabras pensé hace unos días, al descubrir Augustine, film de una realizadora francesa, Alice Winocour, que es parte de esa generación. Porque aunque nadie "busca sangre" en esta película, sí hay una mirada punzante sobre cierto momento crítico, el recodo de la historia en que nació una figura en absoluto inocua, la histérica.Augustine es una ficción basada en el vínculo entre Jean-Martin Charcot, el neurólogo que entre mediados y fines del siglo XIX le puso nombre, investigó e inauguró los estudios sobre la histeria, y la más célebre de sus pacientes. Augustine era muy joven cuando fue ingresada en el hospital de la Pitié-Salpêtrière; como la mayoría de las mujeres internadas allí, era pobre, no sabía leer ni escribir, no tenía familia. Como muchas de esas mujeres, padecía inexplicables parálisis físicas y violentos ataques nerviosos. Fue la intensidad de estos cuadros lo que hizo que la mirada de Charcot, que venía desarrollando su teoría sobre la histeria como padecimiento intrínsecamente femenino, se centrara en ella.Hablemos de poder...

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