La realidad global sigue de rodillas

Nadie le va a sacar el orgullo ni la satisfacción al Chacho Coudet, Marco Ruben, Franco Cervi y, mucho menos a medio Rosario, del 5 de 5 que construyó Central en este arranque del torneo de Primera. Tampoco evitará el sarcasmo de algunos de sus hinchas cuando señalan: "Nos equivocamos. Justo empezamos ganando todo en el torneo de los 30 en vez de hacerlo en el de 20...". El puntaje perfecto canalla no quita que se profundice en otras cuestiones que está dejando este mes y medio de competencia; de resoluciones, efectos colaterales y diferencias inexplicables.

Se dijo en reiteradas ocasiones que el campeonato de los 30 es un mamarracho del que deben hacerse cargo Julio Grondona, los dirigentes que respaldaron su idea en vida y luego de fallecido, y hasta el Gobierno, como socio desde el Fútbol Para Todos, seducido por cinco partidos más de pantalla y propaganda por fin de semana en un año electoral. Conviene recordarlo. Siempre.

Así, transcurren muchos cotejos por fecha de escasos atractivos, algo que se repetirá este fin de semana. Más allá de las simpatías de cada uno, que a nadie extrañe si la mayor expectación del domingo por TV esté más focalizada en el crucial Barcelona-Real Madrid, en un horario en el que competirá con Rafaela-Central, Defensa-Racing, Estudiantes-Banfield y River-Godoy. Muchas veces resulta molesto que en la Argentina se les asigne mayor trascendencia a las ligas europeas que al propio torneo local o al seleccionado, pero hay otras ocasiones en las que resulta complejo hurgar en busca de atenuantes.

Después, están los despropósitos. En tiempos de violencia exacerbada, las sanciones dejan sectores grises y dudas. Podemos hasta tomar un mismo club: Godoy Cruz. Ahora sancionado con una fecha a puertas cerradas por el impacto de un proyectil al masajista de Lanús Juan Franco, que le provocó desprendimiento de córnea y el paso por el...