La reactivación llegó primero a la 'timba financiera'

Ante el fragor de una Plaza de Mayo colmada, la primera como presidente de la República, Alberto Fernández prometió apenas asumió "desterrar a los que ganan con la timba financiera". No es la primera vez que la política elige de enemigo al sector, que ya desde tiempos bíblicos es asociado con disvalores como la avaricia o la usura. También Sergio Massa, su ahora alfil en la Cámara de Diputados, había apuntado en la misma dirección en 2016, cuando impulsó un impuesto a la renta de bonos, acciones y otros activos financieros.Pero la realidad es que el relato, poco original pero siempre agradecido por las multitudes, no se condice con la realidad. La recientemente aprobada ley de solidaridad y reactivación productiva no solo elimina ahora el impuesto a la renta financiera que el propio Massa había ideado, sino que también pone presión en los jubilados, en la clase media y en el sector productivo o de la economía real, pero tranquiliza enormemente a los acreedores del país.Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como los acreedores privados creen que una mejor situación fiscal derivará en negociaciones más amigables para el repago de la deuda pública. En el Gobierno estiman que la recaudación fiscal aumentará en unos $250.000 millones, a lo que se sumará el ahorro proveniente de la suspensión del ajuste por inflación de las jubilaciones. De ahí que las estimaciones privadas hablen de una mejora fiscal de entre 1 y 1,5 puntos del PBI.La semana pasada, el ministro de Economía, Martín Guzmán, terminó de conformar el equipo que se encargará de la renegociación de la deuda. En gran medida, el flamante ministro delegó en Sergio Chodos, designado representante argentino ante el FMI, para que eligiera los nombres (como el de Lisandro Cleri, ahora a cargo de la Unidad de Reestructuración de la Deuda) y diseñara la estrategia a seguir frente a los acreedores.Quienes esperan que el Gobierno salga pronto con el anuncio de un megacanje de deuda podrán seguir esperando tranquilos. La estrategia del equipo económico pasará -al menos hasta marzo- por ir renegociando bono por bono a medida que se acerquen los vencimientos. Como hizo la semana pasada con Pimco, el fondo norteamericano que tiene gran parte de la emisión de bonos que vencen hoy (los Bopomo).Hay dos factores no menores que juegan a favor de esta estrategia. Por un lado, a diferencia de lo que sucedió en 2001, no son cientos de miles de jubilados (italianos, alemanes y japoneses) y pequeños...

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