Raíces de la crisis: el creciente protagonismo del Poder Judicial

El Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema

No hace mucho, una persona muy vinculada al quehacer judicial de nuestro país afirmó que si el siglo XIX podía ser considerado el siglo del Poder Legislativo y el XX, el del Poder Ejecutivo, el siglo XXI sería el "siglo del Poder Judicial" .

Más allá de que se comparta o no esta audaz y atrevida predicción es indudable que en los últimos cincuenta años ha ido creciendo significativamente el protagonismo del Poder Judicial en el gobierno del Estado contemporáneo, tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Se advierte una progresiva juridización y judicialización del proceso social y político. Los problemas que aquejan a los gobiernos y a la sociedad, con mucha facilidad se transforman en causas judiciales, cuya resolución final corresponde a los jueces.

Tras su aguda observación de la vida política norteamericana, Alexis de Tocqueville sentenciaba con sorpresa en su famosa obra Democracia en América: "No existe casi ninguna cuestión política que tarde o temprano no se convierta en una cuestión judicial". Esa afirmación -propia en su momento de la realidad norteamericana- bien podría extenderse hoy a los países en los que está vigente y consolidado un sistema de democracia constitucional, ya que allí los jueces y tribunales constitucionales han aumentado de modo considerable su protagonismo institucional.

El Estatuto del juez iberoamericano parece haber advertido este proceso de crecientes demandas y de transformación del Poder Judicial, cuando afirma en su Preámbulo: "La evolución de nuestras sociedades ha llevado a un mayor protagonismo del juez, lo cual exige que el Poder Judicial responda a la demanda de apertura y sensibilidad, en relación con las necesidades expresadas por diversos sectores y agentes sociales y adapte sus tradicionales métodos de trabajo y actitudes a esas nuevas necesidades"

Este importante aumento relativo de la participación del Poder Judicial en el gobierno actual exige para su mejora institucional la existencia de adecuados procedimientos de control, de modo de equilibrar la ecuación constitucional que señala que "a mayor poder político, mayor responsabilidad institucional y mayor necesidad de control".

Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, las máximas autoridades del Poder Judicial, en la última Asamblea Legislativa en la que el presidente Alberto Fernández castigó con dureza a la Corte Suprema de Justicia de la Nación

Mucho se ha escrito en los últimos años...

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