Quiso ser física nuclear, pero fue la primera mujer enóloga del país y fundó su propia bodega

Susana Balbo, enóloga, empresaria y propietaria de la bodega que lleva su nombre

Susana Balbo fue la primera graduada universitaria de su familia. Sus padres habían cursado la escuela primaria y su único hermano había completado el secundario. Pero su título universitario también marcó un hito para el país, ya que fue la primera mujer en recibirse de licenciada en Enología . Hoy, su nombre es reconocido en la Argentina y en el mundo a través de la bodega Susana Balbo Wines , que produce 3 millones de botellas de vino por año en Mendoza .

"Me tocó ingresar a la universidad hace 47 años, cuando fue el último golpe militar. Mendoza era una ciudad más chica de lo que es hoy y había pocas opciones de carreras. Yo quería estudiar física nuclear, que obviamente no estaba en Mendoza. De hecho, al día de hoy, solo se dicta en el Instituto Balseiro, en Bariloche. Haciendo descartes, llegué a la carrera de enología", cuenta Balbo.

Si bien se recibió con medalla de honor, en Mendoza le costó conseguir trabajo. "Me fui a Cafayate, en Salta, porque fueron los únicos que me ofrecieron trabajo, cuenta Susana Balbo

Si bien la enología pareciera tener poco que ver con la física nuclear, la empresaria mendocina estudió Ingeniería en Alimentos y Enología, que tiene muchas materias de química y matemática. La idea era completar esos estudios para, cuando la situación política estuviera más estabilizada, ingresara al Balseiro, lo cual no sucedió. "Podría haberme dedicado a la industria conservera o a la aceitera o a la de productos secos o de alimentos. Pero abocarme absolutamente a la enología fue la mejor decisión en mi vida", cuenta.

Si bien se recibió con medalla de honor, en Mendoza le costó conseguir trabajo. "Me fui a Cafayate, en Salta, porque fueron los únicos que me ofrecieron trabajo. Mis padres en ese momento no tenían bodega, pero tenían contactos con bodegueros, porque tenían cinco hectáreas de viña y vendían esas uvas. Mi padre le contó a un director de la bodega Giol que era graduada de la universidad de enología con medalla de oro y que estaba buscando trabajo. El hombre me propuso en el directorio, pero se negaron rotundamente porque era mujer . Ellos justo estaban fundando una bodega de vinos finos en Tupungato que se llamaba Los Helechos y yo era ideal porque estaba especializada en ese tipo de vino. No me dieron la oportunidad y me ofrecieron trabajar, en cambio, en el laboratorio de bodegación, que era algo que podía hacer un graduado de la...

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