Quieren todo

LONDRES.- "Survival" es el nombre de la canción oficial de los Juegos Olímpicos 2012. Es un tema de una densidad fascinante, con su espíritu motivador, cierto ritmo marcial y, sobre todo, un componente grande de épica. Es una melodía que describe de cuerpo entero a las Leonas, pero no sólo a estas que se clasificaron a las semifinales tras igualar con Australia 0-0, sino a varias generaciones de ellas. A más de doscientos rostros que llevaron al hockey femenino argentino a lo más alto del plano internacional desde Sydney 2000. Un equipo que a partir del Mundial de Utrecht 1998 no bajó más del cuarto puesto, hito que sólo se compara con el de Holanda.No hay barreras infranqueables para ellas; a más dificultad, mayor es el compromiso. Son inconformistas, ambiciosas. Podrían descansar en el elogio como campeonas vigentes del Mundial 2010 y el Champions Trophy 2012. Sin embargo, es una postura que ni siquiera consideran. El caso es que la joven que llega al plantel principal siente la férrea convicción de refrendar e incluso mejorar lo hecho por su antecesora. Es un perfeccionamiento continuo de la genética de este seleccionado, que se lo asocia principalmente con el talento y el coraje.Ahora, las dieciséis que participan aquí desandan el camino hacia una cuarta medalla olímpica consecutiva para el país, algo inédito para una representación albiceleste colectiva en los Juegos. Yendo más allá, en un objetivo de máxima, podrían convertirse en reinas de la Triple Corona: Mundial-Champions Trophy-Juegos Olímpicos, el equivalente al paraíso para cualquier país con hockey. Lo quieren todo; recordando las enseñanzas de las heroínas del pasado y fortaleciendo el espíritu de las menos experimentadas de estos días."Estoy chocha porque las más grandes siempre me aconsejan, me apoyan y me dan aliento dentro y fuera de la cancha. Contar con ellas es una tranquilidad", suele decir Rocío Sánchez Moccia, una leona con 24 años recién cumplidos y un futuro increíble. Pero esas palabras de Rocío bien podrían escucharse calcadas de parte de Martina Cavallero, Florencia Habif, Josefina Sruoga o Delfina Merino. Da igual. Los buenos lazos a nivel grupal entre las grandes y las más jóvenes se reflejan en la cancha. Este conjunto en particular que sueña a unos kilómetros del Big Ben se mueve con el contenido de la sigla SHE (ella, en...