Las pymes ganan con lo diferente

De la mano de la innovación y la calidad, se consolidó en la Argentina un grupo de pymes del rubro alimentario, que encontró el modo de diferenciarse de las grandes empresas para crecer con productos novedosos o poco explorados por sus competidores. Desde jugos de fruta orgánicos y barras de cereales de quinoa hasta galletitas gourmet, pasando por salsas sin aditivos artificiales y endivias premium, todas descubrieron su nicho de mercado, en el país y en el exterior.Martín Loeb y Mark Kadee observaron que había espacios en los que las grandes empresas no querían entrar, espacios conocidos como nichos: el supersano, el deportista, el kosher, el celíaco o el halal (musulmán), entre otros. También entendieron que el camino iba por el lado de la "nueva alimentación". Fue así que crearon Nature Crops, para elaborar barras de cereales a base de quinoa. "Hicimos un producto sano, balanceado y rico", dice Loeb, presidente de la firma.Sus barras de distintos sabores, a las que ahora suman una línea de quinoa instantánea, granos, harina, ojuela y pop (pochoclo), se venden en farmacias, dietéticas, gimnasios, supermercados y cadenas de café. "Exportamos 70% de nuestra producción a Brasil, Estados Unidos, Chile, Uruguay y Holanda ?acota Loeb?. Además, proveemos a Andes, la única aerolínea regional que ofrece un producto de alto valor nutricional en su menú estándar."Su caso no es el único. Mercedes Nimo, directora ejecutiva de la Copal, dice que son muchas las pymes alimentarias que advirtieron que para progresar debían desarrollar algo diferenciador, que podía ser el producto mismo, el proceso, la maquinaria o el sistema de calidad. "Esto requiere mucho trabajo intelectual, pero no grandísimas inversiones; por eso es algo accesible para este tipo de compañías", explica la especialista.En los Estados Unidos se come chimichurri y en Nueva Zelanda y Suiza, salsa criolla. Esa rareza es posible gracias a Aritza, una fabricante argentina de salsas y aderezos que logró llegar con algo tan local a esas plazas de alta exigencia. "El negocio surgió a partir de visualizar un faltante de productos gourmet premium que fueran 100% naturales", explica Leo Merlo, que fundó la firma junto con Mariano Carballo.Aritza, creada hace seis años, se diferencia por la calidad de sus ingredientes y por no usar aditivos ni conservantes artificiales. Sus primeros productos fueron mostazas (Dijón, antigua y a la miel) aptas para celíacos. Luego ampliaron su portafolio con desarrollos como el...

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