A pura ironía, Aníbal cerró su campaña

Pese a que terminó la campaña y comenzó la veda electoral, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió ayer a abrir el "fuego amigo" desde la Casa Rosada con una definición antipática hacia el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli. "El domingo a las 11 de la noche voy a estar durmiendo con el osito puesto", ironizó.

Dio a entender así que espera una derrota de Scioli en el ballottage de mañana a manos del candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri. "Todos los días Aníbal hace su aporte al fuego amigo", dijo a LA NACION, resignado, un funcionario.

Desde que comenzó la corta campaña para el ballottage, Aníbal Fernández usó las conferencias matutinas en la Casa Rosada como una plataforma de campaña en favor de Macri y en contra de Scioli, que es de su propio partido.

El sciolismo culpa a Aníbal por la mala elección del 25 de octubre último, cuando Scioli sólo ganó por tres puntos y quedó debilitado para el ballottage. Con una imagen negativa del 60%, Fernández era el candidato a gobernador del FPV y fue derrotado por María Eugenia Vidal, de Cambiemos.

Desde entonces se rompió la relación entre Scioli y Fernández. Ayer cuando le preguntaron sobre la demora en el recuento de votos del ballottage de mañana, Fernández señaló: "Esto va a ser muy rápido. Se tienen que contar los votos. Va a ser una catarata de telegramas, muy rápido. Son dos boletas nada más".

Y entonces se despachó: "A las once de la noche voy a estar durmiendo con el osito puesto. Esto va a estar resuelto más temprano".

Aníbal Fernández terminó así la campaña como la empezó: desgastando al propio Scioli, con quien está enfrentado desde que lo culpó de promover la denuncia del periodista Jorge Lanata, que vinculó al jefe de Gabinete con el tráfico de efedrina y con el triple crimen de General Rodríguez, en 2008.

Los pases de factura comenzaron el día siguiente de las elecciones del 25 de octubre y Fernández culpó a Scioli por su derrota. "No tengo duda que hubo gente que pateó en contra, fuego amigo. No me hagan decir el nombre de todos los que han colaborado para esto".

"Hubo traición de otros dirigentes. Lo que sucedió no es una casualidad. Sé que hubo gente de mi partido que hizo lo imposible para que nos fuera mal", agregó.

Al día siguiente, martes 27 de octubre, amenazó con contar "algunas cuestiones" que "pondrán las cosas en su lugar". Y atacó a Scioli sin nombrarlo: "Por alguna razón no querían que yo llegara a la provincia de...