Puertas secretas, cámaras y guantes: una visita al patrimonio protegido bajo la punta del iceberg de los museos

Mercedes de las Carreras, jefa de Gestión de Colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, con una pintura de Baldassare Verazzi

"Por favor no ingresar" pide el cartel colocado sobre la puerta, que sólo se abre al reconocer unas pocas huellas dactilares. Una vez que el sistema biométrico aprueba el ingreso, lo primero que se ve al entrar es una pulcra habitación con ambiente de quirófano . Bajo el registro permanente de cámaras de seguridad y en condiciones controladas de temperatura y humedad, un equipo con amplia experiencia debe usar allí guantes de nitrilo para manipular cada pieza protegida con papeles libres de ácido dentro de cajones señalizados por orden alfabético, en impecables muebles blancos.

Ramona de Berni en las reservas del Moderno, en las cuidadosas manos de Adrián Flores y Rodrigo Alcón Quintanilha

Su misión diaria es proteger un invaluable tesoro que no para de crecer desde hace más de medio siglo: la mayor parte del acervo del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires , compuesto por 7500 obras y piezas de diseño industrial y gráfico de los siglos XX y XXI. Una de las colecciones públicas de arte argentino moderno y contemporáneo más importante del país.

Alejandra Aguado, jefa de Patrimonio del Moderno, con un afiche histórico de Edgardo Giménez

Ramona , el famoso personaje creado hace seis décadas por Antonio Berni , levanta los brazos con su sensualidad habitual en un gofrado de gran tamaño que cuelga de uno de varios "racks": estructuras móviles con mallas metálicas, construidas a medida especialmente por encargo de museos, galerías y coleccionistas . En la sala contigua hay muchas más, preservadas junto a una pieza histórica de Luis Tomasello y esculturas emblemáticas de artistas como León Ferrari y Emilio Renart .

Así se trabaja en el sector de restauración del Moderno, bajo la guía experta de Pino Monkes

"Hay obras de Alberto Greco, Kenneth Kemble, Jorge de la Vega, Rómulo Macciò, Juan Del Prete, Yente, Liliana Porter ... " , enumera a modo de ejemplo Alejandra Aguado, jefa de Patrimonio del Moderno. Y aclara que el porcentaje de las obras que se exhiben en sala varía cada año especialmente desde el año pasado, cuando se buscó generar "otros diálogos" más dinámicos con piezas de la colección en las muestras temporales . De todos modos, en 2022 esa proporción no llegó al 5% entre obras exhibidas y prestadas a instituciones del país y del exterior. Algo similar ocurre en la mayoría de los museos: esa cifra suele variar entre el 10 y el 15%.

Decenas de "racks" con obras en una de las reservas del Moderno; al fondo se ve un retrato de Ignacio Pirovano, cuya colección fue donada al museo, realizado en 1974/5 por Héctor Giuffré

La muestra actual de una treintena de obras de Pablo Picasso que estaban guardadas en las reservas del Museo Nacional de Bellas Artes , ya visitada por más de 25.000 personas, disparó la intriga: ¿qué más conservan sin exhibir los principales museos del país? ¿Cómo llegaron hasta allí piezas tan valiosas y por qué pueden llegar a permanecer durante décadas sin ver la luz de una sala?

La muestra de Picasso, con obras del acervo del Museo Nacional de Bellas Artes, ya fue visitada por más de 25.000 personas

La falta de...

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