Proyectar: un mal mecanismo

El mecanismo de la proyección está tan instalado en nuestra sociedad que ni siquiera nos damos cuenta de que lo usamos y de que nuestros hijos lo aprenden de nosotros. ¿Qué quiere decir "proyección"? Poner en otra persona o situación la responsabilidad de lo que nos pasa, muchas veces se convierte en echarle la culpa a alguien, no hacernos cargo de nuestra parte en diferentes temas de la vida. Podríamos también ver en la otra persona -y criticarlo- aquello que nos molesta de nosotros mismos, en ese caso nos costaría reconocer que la otra persona funciona como un espejo en el que nos reflejamos sin darnos cuenta.

Es un mecanismo primitivo, empieza cuando son muy chiquitos: lo notamos al año o dos cuando se enojan con la mesa con la que se golpearon, incluso a esa edad lo favorecemos porque les encanta pegarle a esa "mala mesa" y los ayuda a calmarse. Pero debería ir desapareciendo a medida que crecen y tienen la fortaleza para ir entendiendo y haciéndose responsables de sus decisiones, actos, deseos y pensamientos.

Proyectamos delante de nuestros niños: cuando me enojo porque considero que otro auto me encerró sin tener en cuenta que yo me estaba metiendo en su carril, por ejemplo. O cuando no puedo ir al acto patrio de mi hijo y acuso al colegio de que avisaron con poco tiempo o que son unos desconsiderados al hacerlo en ese horario.

También lo hacemos con ellos: "Ustedes me vuelven loca" (ellos desobedecen o se portan mal pero loca me pongo sola); "¿Cómo no me recordaste que te hiciera el disfraz? Ahora no tengo tiempo" (la culpa es tuya)... Son muchos los ejemplos que se me vienen a la mente.

Les hace mal a nuestros hijos, en primer lugar, porque somos modelos para ellos de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR