En las provincias ya comenzó la pulseada por el calendario electoral

Cuando las batallas por la sucesión en el interior ya se lanzaron y, en algunos distritos, complican el último tramo de la gestión, asoma otra discusión de ingeniería electoral: para gobernador de la contienda presidencial.Hasta ahora, una decena de provincias adelantaría las elecciones, ya sea por táctica o porque se apegará a lo que indica la normativa local. El almanaque que se empieza a dibujar atrae más la atención de los presidenciables, en punteo permanente del mapa del país, que de la propia Casa Rosada, que para la última batalla parlamentaria presionó para unificar el cronograma.Una estrategia descentralizada preocupa, golpes por anticipado en tres distritos clave: Córdoba, Santa Fe y Capital, con malos resultados recientes. "Por eso era importante traerlo al Gallego", explica a LA NACION un dirigente que talló por el retorno de José Manuel de la Sota cuando se renovó la conducción peronista.La alternativa de despegar las campañas en las provincias encuentra dos argumentos, según la geografía: blindar la pelea de poder de la influencia nacional o, al revés, potenciar un referente, hijo pródigo de esa tierra, camino al máximo sillón. De hecho, la mitad de los distritos que irían a las urnas por separado tienen como denominador común que son cuna de caciques que, con matices, conservan intacta su fantasía presidencial.En ese grupo está el salteño Juan Manuel Urtubey, que buscará otro mandato en las elecciones convocadas para abril y mayo, como una maniobra pensada como virtual trampolín, sólo si arrasa en el cuarto oscuro. Para agosto o septiembre llamará De la Sota, que maneja el PJ cordobés, pero está distanciado de la cúpula nacional y coquetea con Sergio Massa. Y lo mismo ocurrirá, según indica la Constitución provincial, en Chaco, cuyo jefe político sigue siendo Jorge Capitanich.Con su suelo en llamas desde que se incorporó al staff oficial, el funcionario no moverá ni una pieza hasta conocer la voluntad de Cristina Kirchner. Si no lo nomina para ningún papel en las presidenciales, en su entorno dan por sentado que, vedado de otra reelección, hará "la gran [Deolindo] Bittel". O sea, irá por la intendencia de Resistencia, como el viejo caudillo chaqueño que después de ser gobernador, candidato a vicepresidente y senador, "bajó" al municipio para apalancar votos.En Santa Fe, aunque no se oficializó, es un hecho que las elecciones provinciales serán a mediados de año, aunque se hará primero una ronda de consultas con las fuerzas opositoras...

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