Producción lechera. Un tambo con los recursos tecnológicos y de manejo a pleno

Producir leche en el tambo "La Regina", de Jorge Giovenale, en Sunchales, Santa Fe, no es fácil. Los suelos son de regular calidad, principalmente de clase III y IV, limosos, lo que genera problemas de compactación y limita la infiltración del agua. Por esas características, son susceptibles al encharcamiento ante lluvias abundantes, que provocan la pérdida de pasturas con base de alfalfa. Las precipitaciones alcanzan los 850-900 milímetros anuales, pero son principalmente estivales con una estación seca desde mayo a octubre.Giovenale es propietario de 255 hectáreas y alquila 390 para totalizar 645. De ese total, destina 425 para mantener 800 vacas en ordeño y 140 secas, lo que da una carga de aproximadamente dos vacas totales por hectárea. La recría se desarrolla en 150 hectáreas de campos alquilados y produce granos en 70 hectáreas también arrendadas. La cantidad total de hacienda en las 645 hectáreas es de 1575 cabezas.ForrajesLa alimentación del rodeo se basa en pasturas consociadas de alfalfa, tréboles, festuca y cebadilla, complementadas con silo de sorgo, maíz y pasturas. La mezcla forrajera incluye muchas especies para mantener la productividad si se pierde la alfalfa por anegamiento. Las gramíneas aportan materia verde, pero también tienen como función reducir la compactación de los suelos y hacerlos más permeables.En los últimos años, Giovenale agregó 1 kg/ha de semilla de achicoria a las pasturas. Con variedades que florecen muy poco y baja densidad de siembra, esta especie da producción estable a lo largo del año y mantiene la calidad y la palatabilidad aunque se demore el pastoreo.En 2020, también probó la siembra de vicia en otoño, como cultivo de cobertura para incorporar nitrógeno, pero aprovechándolo también para pastoreo directo como un verdeo de invierno antes de sembrar maíz de segunda. "Produjo mucho forraje de calidad, que permitió tres pastoreos en un invierno seco, con una buena performance animal", se entusiasma el productor.Como empresario innovador, Giovenale llevó adelante un subsolado biológico con nabo forrajero para descompactar un lote que mostraba preocupantes registros con el penetrómetro. Lo sembró en abril y le dio el primer aprovechamiento en julio mediante corte, hilerado y suministro a las vacas, para evitar el desperdicio por pisoteo. Además de aportar raciones, esta especie produjo raíces tuberosas de 20 por cinco centímetros que crearon canales de drenaje en el suelo y favorecieron la...

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