Procuran definir un nuevo protocolo

Un cambio en los métodos criminales empezó a movilizar modificaciones en la forma de respuesta gubernamental. En los últimos meses irrumpió con fuerza la modalidad de secuestros de corta duración, con negociaciones más rápidas incluso que en los llamados secuestros exprés, y esa situación llevó a las autoridades a un análisis sobre la necesidad de agilizar también el tiempo de interceptación de una comunicación telefónica.

Frente a ese desafío planteado por la delincuencia se realizaron en los últimos días varias reuniones técnicas entre dependencias oficiales. El objetivo es la creación de un protocolo de acción para lograr de forma inmediata la escucha de teléfonos involucrados en esos casos.

En esos encuentros participaron funcionarios del Ministerio de Seguridad, oficiales superiores de las fuerzas de seguridad federales, agentes de la AFI y personal del Ministerio de Comunicaciones, de la Procuración General y de la oficina de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial.

Fuentes que están al tanto de esas reuniones aseguraron que por ahora sólo se compararon las necesidades prácticas de los investigadores con las posibilidades legales, con la intención de generar un nuevo sistema de trabajo. Cuando se avance más en el desarrollo de ese protocolo serían invitadas a participar de las reuniones las compañías de servicios telefónicos.

Esa modalidad de secuestros adoptada por bandas de delincuentes que en general se dedicaban al robo automotor o las entraderas provocó un nuevo reto al sistema de seguridad pública. En la región metropolitana se conocieron más de cien secuestros de esas características desde comienzos de año. En los últimos días de mayo, el rapto de un niño de diez años en la villa Zavaleta disparó finalmente la necesidad de una reforma para conseguir interceptaciones telefónicas más ágiles.

El menor fue liberado por...