El paradójico proceso contra el fiscal Campagnoli

La suspensión y el inminente enjuiciamiento del fiscal exhibe una tristísima paradoja. Jamás en la historia argentina reciente se ha suspendido a un fiscal de la Nación por no investigar adecuadamente hechos de corrupción, al punto tal de permitir que prescriban decenas de ellas. En cambio, judicial por procurar avanzar en causas donde existen fundadas presunciones de severos delitos contra la administración pública.Hay muchos elementos objetivos que sirven para, al menos, sospechar fuertemente que la suspensión y el pedido de remoción de Campagnoli por parte de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, forma parte de una estrategia para detener las investigaciones sobre lavado de dinero contra el empresario , y amedrentar a fiscales y jueces que busquen indagar sobre hechos similares cometidos por funcionarios públicos o empresarios vinculados con el Gobierno. No menos sospechoso resulta que el ataque contra el fiscal se produjo luego de que éste investigara a un hermano de la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, por una supuesta operación de lavado de dinero.en el dictamen acusatorio ni en las declaraciones públicas que partieron del Ministerio Público para justificar la decisión, que está a punto de dejar fuera de esa institución a alguien que contribuyó treinta años en ella, permiten comprenderla por fuera de la necesidad de apartar a un fiscal molesto para el poder político. No surge de esas explicaciones cómo es que toda una carrera de servicio de Campagnoli, con evidentes logros que muchos otros fiscales no pueden mostrar, es desechada completamente por el trámite de una sola causa. Una causa en la que se lo acusa de investigar en exceso, toda una paradoja en un Ministerio Público al que se le reprocha con justeza todo lo contrario. El trámite de una causa que casualmente toca la fibra del gobierno nacional.Si la actitud del fiscal Campagnoli hubiera sido tan escandalosamente grave, de manera tal que justifique su destitución, ¿cómo es posible que la Cámara de Apelaciones que revisó oportunamente su proceder no haya dictado la nulidad absoluta de esos actos jurisdiccionales? Con la misma lógica aplicada por la procuradora, ésta debió haber denunciado a los camaristas que consideraron válidos actos supuestamente tan groseros.El avasallamiento sufrido por los ciudadanos desde numerosas administraciones de gobierno hacen necesario que deba justificarse de manera cuidadosa y detallada cualquier acusación contra un...

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