Procesaron a Cristina y a sus hijos por lavado de dinero

El objetivo fue que parte de la fortuna que acumuló al recibir millonarios contratos de obras públicas terminara en el bolsillo de y sus hijos, y . Así concluyó el juez federal Julián Ercolini, que , al contador Víctor Manzanares y al , entre otros, por .

Los acusados conformaron una estructura financiera que permitió que el dinero obtenido ilegalmente por Báez fuera conducido a la actividad hotelera de los Kirchner con objeto de que ellos pudieran disponer libremente de esos fondos, que ya estaban "blanqueados" y en apariencia distanciados de su origen ilícito.

Así el juez tuvo por comprobado que Valle Mitre -gerenciadora del Hotel Alto calafate- recibió directa o indirectamente de la obra pública $73.053.584,80 y que finalmente llegó a manos de Cristina Kirchner, Máximo y Florencia Kirchner, por el alquiler del Hotel Alto Calafate, $26.514. 978. Y por la hostería Las Dunas recibieron al menos $6.909.708.

Ercolini , en más de 439 páginas, dispuso además el embargo de los bienes de los principales acusados y les mandó a hacer un informe socioambiental, como a cualquier reo, y que les tomen sus huellas digitales. Los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques habían pedido la indagatoria de los acusados, que se concretó a fin del año pasado.

Ahora, el juez dispuso sus procesamientos, los que serán apelados. En caso de ser confirmados, la causa estará en condiciones de ser elevada a juicio oral y público.

Este expediente se vincula con aquel en que Cristina Kirchner y Lázaro Báez están procesados por asociación ilícita, porque el patagónico recibió 15.000 millones de pesos en obras públicas que se realizaron en la provincia de Santa Cruz durante el kirchnerismo.

En su resolución, el juez advirtió la desproporcionalidad entre el beneficio que obtuvo Báez y la plata lavada que terminó en el patrimonio de los Kirchner, pero dijo que hay que tener en cuenta que esta era solo una modalidad y que pudieron haber existido otras formas de retorno.

En esta se investiga una maniobra de lavado de dinero. El dinero llegó a los Kirchner a través de la simulación de alquileres de habitaciones del Hotel Alto Calafate, administrado por la firma Hotesur, de la familia presidencial, cuya concesión había sido otorgada a la firma Villa Mitre, de Lázaro Báez.

Los procesados "habrían formado parte de un complejo entramado societario que se desarrolló con el fin de poner en circulación en el mercado parte de las ganancias obtenidas como consecuencia de la...

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