Hay un problema que viene de arriba

Con su lucidez conceptual y didácticas explicaciones periodísticas, el redactor de LA NACION Deportiva Christian Leblebidjian ya se posó varias veces en un detalle del juego que día a día gana más protagonismo. En realidad, que cada día gana más partidos. La pelota parada, las maniobras de balón detenido que entre virtudes del lanzador, viveza del ejecutante, mecanización del ensayo y desatenciones de las víctimas de turno se convirtieron en una llave para abrir partidos aprisionados, envasados a cero. En sus semanales columnas de Pizarrón y pases cortos, Leblebidjian ha recorrido decenas de ejemplos en el torneo local o bajo el mapa mundial que corroboran la vitalidad que adquirió esta impetuosa autopista hacia el gol.Como recurso, no es aconsejable desatenderlo. Las estadísticas advierten que se trata de un aliado fiel con aquel que acepta su importancia. La pelota parada no garantiza la victoria, desde luego, pero merece consideración. Lo que este rubro exige es ingenio, constancia y enormes dosis de ejercitación. Tiros libres frontales o cruzados, lanzamientos directos, maniobras de segunda jugada, córners, esquemas que parten de un lateral?, el abanico es bien abarcativo. La pelota detenida sirve para auscultar las horas de trabajo que acumula un equipo. Casi nada de lo que ocurre en este escenario es casualidad, paradójicamente en un deporte que suele reservarse una infinidad de trazos impredecibles.Casi nadie da ventajas? sin embargo, la selección argentina no se detiene especialmente en esta herramienta. No es un foco central para el entrenador Sergio Batista. El mes pasado, en la revista El Gráfico entrevistaron a José Luis Brown, uno de los ayudantes de campo del Checho en el conjunto albiceleste. En la sección 100 x 100, en la pregunta N° 62, la consulta que escuchaba el Tata de Ranchos era: ¿cuáles son tus tareas como ayudante? El líbero campeón del mundo en México 86 respondió: "En principio, la pelota parada, porque a Checho no le gusta". No es alentador conocer que este aspecto del juego no ocupa un espacio trascendente en la agenda del líder táctico del plantel. Si las sociedades colectivas desafinan...