El problema no es el Fondo, sino el fracaso

Sesión especial en Diputados. Máximo Kirchner

Dicen que cada vez que escucha hablar del Presidente o de Guzmán y opina al respecto, el mejor recurso retórico de Máximo Kirchner es su cara. De disgusto, de hartazgo. Es el testimonio de empresarios que, últimamente, casi siempre a través de gestiones del ministro De Pedro, han empezado a consultarlo. Lo visitan buscando encontrar alguna certeza. No de futuro, porque en eso le tienen poca fe al diputado, pero al menos sobre lo más elemental de su espacio: qué es lo que se propone la vicepresidenta y hasta dónde será capaz de llevarlo a la práctica.

Los empresarios ven al heredero más propenso a la conversación y hasta despojado de algunos prejuicios. Él se refiere a la expresidenta como "Cristina", pero no se molesta cuando sus interlocutores le hablan de "tu mamá". De Alberto Fernández piensa lo que ya se sabe. No es tan elocuente en las palabras como Andrés Larroque, pero tampoco hace falta: basta con saber que su diagnóstico es, exacto, el de Cristina Kirchner.

Estos encuentros no son sencillos porque se dan en el contexto de una Argentina desencajada : el establishment económico acude a dirigentes que ocupan cargos y que al mismo tiempo se autoperciben opositores. ¿Lo que opinan es lo que van a hacer? ¿Campaña, discurso partidario o anticipo de toma de decisiones? Por eso los empresarios prefieren tratar con Guzmán. "Usted nos da confianza: tiene nuestro apoyo total", recibió Eduardo Eurnekian al ministro de Economía anteayer en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción.

Pero el Gobierno está vaciado y quienes deberían invertir proyectan a tientas . Esta semana, por ejemplo, la Asociación Empresaria Argentina invitó a Carlos Melconian al Hotel Hyatt. Líder del Ieral, área de investigaciones de la Fundación Mediterránea, el economista está hace tiempo preparando un equipo que piensa poner a disposición del candidato opositor que resulte ganador. Fueron dos horas y media de charla en la que desde el auditorio preguntaron varios, incluidos los más relevantes, Paolo Rocca y Héctor Magnetto. Melconian tiene desde hace tiempo la costumbre de reunirse con actores de todo tipo, desde sindicalistas hasta líderes sociales o eclesiásticos. Y esa tarde volvió a escuchar las inquietudes de siempre: de qué modo cree que llegará la Argentina a 2023, cómo pretende tomar decisiones sin duda impopulares, qué proyección de inflación tiene, qué haría con el cepo cambiario y qué debe hacer el próximo...

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