Probamos el Moto Edge 30 Ultra, el smartphone que viene con su propia reposera para cargar energías este verano

El Moto Edge 30 Ultra tiene una pantalla de 6,6 pulgadas, una cámara de 200 megapixeles, un chip Snapdragon 8+ Gen 1 y se vende en la Argentina en combo con un cargador inalámbrico

Hace un mes estuve probando el Moto Edge 30 Fusion , el primero de una seguidilla de tres smartphones que Motorola vende en la Argentina y en el mundo, y que intenta solidificar su regreso al segmento más sofisticado del mercado de smartphones. Ese modelo es el intermedio; hay uno más modesto ( el Moto Edge 30 Neo , vestido con el color del año ) y el tope de gama de la compañía, el Moto Edge 30 Ultra , que estuve usando unos días.

El Edge 30 Ultra, que Motorola presentó para el mercado internacional en septiembre , se vende en el país por 249.999 pesos, en un combo que incluye un cargador inalámbrico con la venta.

El diseño

El Moto Edge 30 Ultra mantiene, como el Edge 30 Fusion, un diseño muy atractivo: una pantalla con los bordes apenas curvos en los laterales , con su reflejo en el dorso del teléfono (también de vidrio), y un borde de aluminio que los une. El tratamiento mate del vidrio del dorso del teléfono es fantástico: el negro, que probé yo, es muy sobrio, y sin que se vea una sola huella digital. Que el teléfono se haga más delgado en los bordes hace que se sienta aún más fino, y es un placer llevarlo en la mano, aunque como en el Fusion, la unión entre los vidrios y la cinta metálica puede ser molesta en la palma de la mano (Samsung lo resolvió hace un par de años haciendo más ancha la parte metálica). La mayoría de la gente no notará esto, claro, porque es probable que lo usen con una funda. Una pena, porque al igual que el Edge 30 Fusion cuando más se lucen estos teléfonos es cuando están libres de toda vestimenta.

La característica saliente del Motorola Edge 30 Ultra es su cámara principal, de 200 megapixeles

Por las dudas Motorola incluye una, transparente. Esa funda cumple parcialmente su función: tiene un borde mínimo, casi imperceptible, en la parte frontal; esto permite apoyar el teléfono boca abajo sin que la pantalla toque la superficie donde lo dejamos. Es una buena noticia, porque la funda tiene otro borde que debería proteger la cámara, pero que no lo hace .

Es así: el bloque de la cámara del Edge 30 Ultra está hecho en dos niveles. El primer nivel es un bloque con las dos cámaras (gran angular y zoom); sobre este bloque se apoya la lente de la cámara principal; esa lente sobresale, a diferencia de las otras dos, del borde que aporta la funda para proteeger las cámaras. Así que quien use la funda provista por Motorola deberá tener en cuenta que cada vez que apoya el teléfono boca arriba, deja la lente contra la mesa (en vez de sobre el borde de silicona que debería evitar el contacto). Es, en ese punto, como si no tuviera funda.

El bloque de las cámaras del Moto Edge 30 Ultra: el sensor de 200 megapixeles es el más grande; más abajo, el gran angular y el teleobjetivo

Quizá es a propósito, para empujar a los usuarios a poner el teléfono boca abajo en la mesa, protegiendo la cámara y, de paso, dándole sentido al borde curvo de la pantalla, que se ilumina con la llegada de alguna notificación, y hace que esa luz se refleje en la mesa, como un agregado visual a las notificaciones clásicas . No cumple otro propósito, ni aporta una funcionalidad extra: que la pantalla se "derrame" a los costados es una cuestión puramente estética, al tiempo...

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