Los privilegios de Kicillof y las limitaciones de Fernández

Axel Kicillof y Alberto Fernández

El gobierno de Alberto Fernández suele reescribir a cada paso las ambiguas y picarescas máximas de Juan Perón. Si para el fundador del movimiento "los únicos privilegiados son los niños", para la actual administración nacional el único gran privilegiado es Axel Kicillof , quien, aunque a algunos pueda parecerles, ya de infante no tiene nada. Salvo los beneficios.

La anunciada quita de los subsidios al transporte de colectivos de la ciudad de Buenos Aires expone una vez más las prerrogativas de las que goza el gobernador bonaerense, tanto como las muchas limitaciones de Fernández y el control vigilante y permanente de Cristina Fernández , de cuya matriz salieron ambos gobernantes impensados y de la cual ninguno se emancipó.

Ni siquiera en tiempos de escasez política y financiera (o precisamente por eso) el gobierno nacional puede dejar de rendirse ante las costosas demandas sin contraprestación que le llegan desde La Plata.

El flamante caso de los subsidios lo demuestra con elocuencia. De los $230.000 millones que destinó en 2021 el Tesoro nacional para el transporte del área metropolitana (ciudad de Buenos Aires más el conurbano bonaerense), solo el 4% fue para las líneas que transitan exclusivamente por las calles porteñas . Sin embargo, está previsto que el recorte solo afecte al territorio enemigo de Horacio Rodríguez Larreta . Al maquillaje de la austeridad se le hace difícil ocultar las huellas de la arbitrariedad .

El del transporte es el hecho más reciente de esa dependencia, pero no el único en una larga saga de uso discrecional de los recursos públicos en beneficio del gobierno de Kicillof. Tampoco el más complicado y de consecuencias probablemente más graves para Fernández, tanto en lo económico como en lo político.

La crítica situación de la seguridad y el narcotráfico en el distrito bonaerense ofrece ejemplos aún más significativos y de mayor riesgo para el gobierno nacional. El tema que ocupa uno de los primeros lugares entre las demandas de la sociedad acaba de exponer enormes deficiencias de la gestión de Fernández, los límites estrechos de su autoridad y el mal gasto de los escasos recursos con que cuenta el Estado nacional.

No se trata solo de la "sensación de inseguridad" que perciben los ciudadanos bonaerenses. Tampoco de las evidencias que arroja la casuística sobre el avance descontrolado del narcotráfico y el narcomenudeo, como quedó de manifiesto con la masacre de la cocaína...

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