La prioridad son las causas Nisman y Hotesur, pero no Ciccone

Los mensajeros que llegan desde la Casa Rosada muestran un sólo por dos expedientes de los tribunales de Comodoro Py: el primero es la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman; el segundo, la pesquisa . Y ambos registran apenas una coincidencia: tienen como principal denunciada a la presidenta Cristina Kirchner.

Por el contrario, el rescate de otros altos funcionarios, como el vicepresidente Amado Boudou, no figura entre las prioridades.

La primera denuncia es la que radicó Nisman contra la Presidenta sólo cuatro días antes de morir. La acusó junto al canciller Héctor Timerman, entre otros, de impulsar el encubrimiento del rol de Irán en el atentado contra la AMIA. Ahora su denuncia se encuentra a la espera de una decisión de la sala I de la Cámara Federal.

Los integrantes de esa sala, Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Eduardo Farah, deben decidir si confirman el desestimiento de esa denuncia como dispuso el juez federal Daniel Rafecas o si, por el contrario, admiten el recurso del fiscal Gerardo Pollicita y ordenan la apertura formal de la investigación.

Tanto Pollicita como su jefe inmediato, el fiscal general ante la Cámara, Germán Moldes, recibieron mensajes explícitos para que no objetaran el controvertido desistimiento que dispuso Rafecas. Pero apelaron igual y, el viernes, Larroque lo recusó a Moldes. Consideró que como uno de los organizadores y referentes de la marcha del 18 de febrero, perdió su "objetividad" con respecto a la denuncia.

El otro expediente que obsesiona a los operadores de la Casa Rosada se centra en la sociedad presidencial Hotesur -controlante del hotel Alto Calafate-. Lo instruyen el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal federal Carlos Stornelli. En esa causa, Máximo Kirchner y Lázaro Báez aparecen como los protagonistas de presuntas maniobras de lavado, con la Presidenta apenas un paso más atrás.

Sin diálogo posible con Stornelli -quien logró la detención del ex presidente Carlos Menem en el caso Armas y fue luego primer ministro de Seguridad del gobernador Daniel Scioli-, los esfuerzos de los operadores pasan por "cómo entrarle" a Bonadio, quien antes de jurar como juez trabajó junto al ministro del Interior menemista Carlos Corach.

De aquellos tiempos, Bonadio conserva una buena relación con el jefe de la bancada oficialista en el Senado, Miguel Angel Pichetto, con quien mantiene un canal abierto de comunicación y, a fines de octubre pasado, compartió un almuerzo en el restaurante Elena, del hotel...

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