En su primera visita tras la intervención, Rajoy apeló a la mayoría silenciosa de Cataluña

MADRID.- pisó ayer Cataluña por primera vez desde que ordenó la intervención de su autonomía y recibió el obsequio impensado de un adversario.

Los independentistas catalanes hicieron ayer un regalo al presidente del gobierno español al completar su total acatamiento de las elecciones que, en su calidad de "interventor" de la autonomía, convocó para dentro de 40 días.

Hasta los más duros, los antisistema de la Convocatoria de Unidad Popular (CUP), terminaron por aceptar que no sólo competirán en las "elecciones ilegítimas" de Rajoy, sino que también lo harán con candidato propio. Con lista individual.

Dicho de otro modo: no sólo no queda nadie por anotarse en la convocatoria del "fascista Estado español", sino que además, cuando faltan sólo cinco días para que cierre la presentación de listas, ninguna de las principales fuerzas independentistas fue capaz de una alianza.

El otro dato de la tarde fue un notable crecimiento de Ciudadanos, el partido que en el nivel nacional es aliado del gobernante Partido Popular (PP) y que en Cataluña tiene a la ascendente Inés Arrimadas como candidata. Una joven figura que demostró coraje y capacidad en la crisis independentista.

Difícil imaginar este escenario hace sólo tres semanas, cuando "golpe de Estado", "fascismo" y "las elecciones son una claudicación" formaban la letanía de los partidos que el pasado 23 produjeron la declaración unilateral de independencia (DUI).

Apenas unos días después de esa ruptura, el Senado nacional aprobó la disolución del gobierno y del Parlamento catalán y dio paso a una inédita intervención de su autonomía por parte del gobierno central de Madrid.

Rajoy delegó tal función en la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Pero la activa funcionaria dirige todo desde Madrid y no ha pisado hasta ahora el territorio catalán, mientras que ayer, rodeado de cámaras de la televisión internacional, sí lo hizo el presidente.

Hasta 23 cadenas internacionales cubrieron el acto en el que Rajoy respaldó a su candidato, el poco carismático Xavier García Albiol. Si esperaban sangre, no la hubo.

Ante un millar de simpatizantes, Rajoy hizo un fuerte llamado a "la mayoría silenciosa", esa que nunca parece expresarse en Cataluña, para que participe con su voto "y ponga fin al daño que ha causado el independentismo".

A puertas cerradas, como suelen ser los actos del PP en Barcelona, un Rajoy...

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