Una primera bailarina en estado de gira permanente

La escena tiene unos 25 años, tal vez un par más, pero todavía se ve clara en la memoria. Ella está en el Senda blanco de su mamá, perfectamente equipado para la travesía diaria: almohada, frazada, tupperwares con comida de la abuela, el guardapolvo blanco, las horquillas sueltas por todos lados. Con las mismas ganas contagiosas de ahora, pero con 8 años, Marianela sale muy temprano a la mañana y hace el viaje en auto, durmiendo tapadita, de su casa en San Martín, en la provincia de Buenos Aires, al centro porteño, para tomar sus clases en el Colón, hasta el mediodía. Entonces otra vez al asiento trasero del Senda desordenado e infatigable, donde almuerza rumbo a la escuela primaria de su barrio, el Lasalle. Allí, la maestra, cómplice, la dejará salir media hora antes que al resto para que, otra vez, pueda estar en la Capital a tiempo para perfeccionarse el estudio Arte y Cultura, hasta la noche. Marianela Núñez dormía seis horas y era una chica feliz, que tenía a toda la familia de acá para allá; todo aquello, para la carrera brillante de hoy. Y la misma sonrisa.

Creció, se hizo grande de verdad; dejó el país con una valentía y convicción inusual para un adolescente, y a los 19 años se convirtió en primera bailarina del Royal Ballet inglés. A partir de entonces, el auto de mamá y papá cambió por modernos aviones. Sin ir más lejos, el último vuelo la trajo hasta aquí el martes, desde Japón -combinación mediante en Londres, adonde vive hace dos décadas-, tras una gira de cuatro semanas por uno de los países con los públicos balletómanos más fervorosos.

Todo este flashback tiene que ver con la función histórica -porque es 9 de julio y habrá que asistir con escarapela- que hoy la bailarina dará en el estadio del Club Alemán de San Martín, su lugar en el mundo, para cuatro mil personas, gratis. Lo hizo el año pasado, como disparador de la primera gira nacional que hacía ella "solita", lo que quiere decir, al frente de un elenco armado a su medida. Tan contenta se quedó, que ahora viene a redoblar la apuesta. Al modo de las grandes estrellas, en este tour que bien podría titularse Marianela y Friends, se harán diferentes programas y también habrá distintos repartos. Con una constante: siempre estará Alejandro Parente, su partenaire, también en el amor que sigue cuando se apagan las luces, desde hace un año y medio.

"Me llenó el alma -recuerda...