El primer traspié de Ramón, un baño de realidad

Allí está, caminando de manera ansiosa en el vestuario, con la mirada al suelo, a la espera de sus dirigidos, cuando faltan unos pocos minutos para el final del clásico con San Lorenzo. Allí anda, con sus reproches y sus maldiciones lanzadas al aire. Por el resultado, por el árbitro, por el rendimiento del equipo, por las propias decisiones? Allí va Ramón Díaz, dando frases firmes y haciéndose cargo del primer traspié desde que volvió a River. "El responsable soy yo, armé este planteo táctico y los jugadores no tienen nada que ver. El que se equivocó con el partido fui yo", declaró sin vueltas el riojano en la rueda de prensa.Parece un déjà vu. Cada vez que River atraviesa una racha positiva, que está buscando prolongar la felicidad, las preguntas para sus técnicos se repiten. Ocurre que más allá de que las posibilidades del equipo están intacta y de que se perdió un partido difícil, Ramón Díaz sabe que no pudo cumplir los objetivos más importantes que se planteó desde que llegó: consolidar una idea de juego e instalar una mentalidad ganadora. Sabe que al club le tocó vivir tiempos de sequía y de frustraciones fuertes. Sin embargo, con su llegada, todo debería ser diferente. Así lo siente él y confía en que sus dirigidos puedan soñar en grande, ilusionándose con lo que el equipo mostró en los amistosos de verano y en los primeros partidos del campeonato. Pero? El golpe de ayer significó un baño de realidad. De esos que le dicen a un entrenador en qué lugar está parado el equipo.Acerca de la manera en que River perdió en el Bajo Flores, con autocrítica y asumiendo la responsabilidad del resultado, Ramón Díaz agregó: "Fue uno de los peores partidos que jugamos. Lo que se iba a hacer dentro de la cancha, es responsabilidad mía. Nos viene bien para el futuro. Estamos todos en permanente examen. Trataremos de revertirlo. Hay que hacer un análisis tranquilos".Muchos eran los aspectos que impulsaban a River a conseguir la cuarta victoria consecutiva. Acumulaba el puntaje ideal en tres partidos y, con poco recorrido en el torneo Final, la ilusión interior y la impaciencia exterior se hacían sentir. Tenía la necesidad de superar el clásico con San Lorenzo de la mejor manera posible. Pero no lo logró y a partir de ahora se plantean interrogantes de todo tipo. Si Mauro Díaz no es el que todos esperan desde hace tiempo, si Manuel Lanzini no consigue jugar seguidamente en el equipo, ¿se podrá insistir con la idea de jugar con un enganche? ¿La alternativa de los...

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