Prigioni ya no le debe nada a su carrera

Apenas supere ese dolor que cualquier atleta de alto rendimiento siente después de una derrota, Pablo Prigioni tendrá tiempo para descansar, recuperar las horas perdidas con su familia y echar un vistazo a la temporada que se acaba de terminar. Sólo en ese momento podrá darse cuenta de que en su experiencia en la NBA no hubo ni tan siquiera un minuto negativo. El base cordobés asumió más riesgos de los necesarios para su carrera. A los 35 años, dejó el cómodo ambiente europeo, donde estaba absolutamente adaptado, con salarios de primer nivel garantizados y un respeto conocido por compañeros, rivales, entrenadores y público. Y se fue a Estados Unidos.La tentación era grande, porque se trataba de vivir en Nueva York para jugar con los Knicks, una de las franquicias deportivas más poderosas del planeta. Pero si en vez de ver los beneficios turísticos la mirada es profesional, se podrá observar que allí había muchas contras para él: 1°) Casi nadie lo conocía. El ámbito de la NBA es cerrado. Un jugador puede ser estrella del básquetbol mundial, pero allí todo es distinto. Hay que volver a probar todo. Decenas de ejemplos lo demuestran. 2°) Disminuyó su salario. Sin entrar en los detalles de los números, cualquier equipo en Europa le hubiera dado un contrato superior al que cobró en New York este año. 3°) Podía haber finalizado en el "fondo del banco". Si su prestación no era la deseada, el DT (Mike...