El Presidente desconcierta al kirchnerismo y vuelve a agitar la interna del Frente de Todos

El presidente Alberto Fernández junto al gobernador peronista Gustavo Bordet, este lunes en Entre Ríos

El silencio fue, al menos por el momento, la respuesta elegida por el kirchnerismo tras la entrevista radial del presidente Alberto Fernández en la mañana de este lunes, en la que aludió a la nula relación con Eduardo "Wado" de Pedro , ministro del Interior y hombre de Cristina Kirchner en el Gabinete. El mandatario también se refirió a la situación judicial de la vicepresidenta; al "exceso de independencia" de la Corte y relativizó la opinión de Máximo Kirchner y Andrés "Cuervo" Larroque , hombres fuerte de La Cámpora, y dos de los principales críticos internos de su gestión.

"No vamos a hablar. Es todo muy reciente" , coincidieron en distintas terminales del kirchnerismo duro, donde en las últimas semanas pasaron de criticar públicamente al mandatario a buscar una "tregua" . La actitud fue idéntica en La Cámpora en sintonía con el hermetismo que sobrevoló durante toda la jornada al Ministerio del Interior, a cargo de De Pedro, desde donde fue imposible obtener alguna declaración al respecto.

A su vez, Cristina Kirchner solo comunicó este lunes su beneplácito con la victoria electoral de los partidarios de Rafael Correa en Ecuador. Así, ignoró el debate público que había iniciado el primer mandatario.

Sin embargo, el malestar con las distintas declaraciones del mandatario era palpable entre otros funcionarios del kirchnerismo. Uno de ellos calificó como "desconcertante" el proceder de Fernández. "En menos de 24 horas pasó de convocar a una mesa electoral a cuestionar abiertamente a un ministro, relativizar la opinión de otros dos dirigentes de su espacio y un par de horas más tarde llamar otra vez a la unidad", sintetizó una fuente cercana a La Cámpora. Y completó: "lo que dijo de Wado es triste y preocupante. Lo deja en un lugar muy incómodo a él mismo (por Fernández).

El mandatario accedió este domingo a convocar a una "mesa electoral ", algo que los socios del Frente de Todos venían pidiendo desde la derrota en las elecciones de 2021, y que podría volver a dejar expuestas las diferencias entre el kichnerismo y el albertismo. Mientras que los primeros exigen no quedarse en la discusión electoral, para debatir y corregir el rumbo del gobierno, cerca del mandatario se mantienen firmes en que la mesa solo establecerá las reglas de juego para la campaña en ciernes. Este lunes no se registraron definiciones sobre el tema.

"Vamos a discutir...

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