La Presidenta ahora se compara con Perón

Mientras Martín Insaurralde y Daniel Scioli se desviven por brindar desesperadas señales de que el oficialismo ha escuchado el reclamo emitido mediante las urnas en las primarias abiertas del 11 de agosto, colocando a la inseguridad en el centro de la campaña electoral, parece haber optado por refugiarse en el pasado. Lo poco que se vio ayer, en la primera parte de la entrevista http://www.lanacion.com.ar/1619916-cristina-kirchner-cuando-empezaron-los-tiros-en-ezeiza-empece-a-correrque insiste en profundizar su estrategia de victimización, mostrándose como la más atacada de la historia argentina por encarnar un proyecto transformador que afecta a determinados "intereses económicos". Su relato sumó en la víspera un nuevo eslabón, cuando se comparó con Juan Domingo Perón por la "demonización" que sufrió.La Presidenta mostró que http://www.lanacion.com.ar/1619915-las-frases-mas-picantes-de-cristina-kirchner-durante-la-entrevista-en-canal-7y de la década menemista, para relacionar esas épocas con el endeudamiento externo del país, que de los problemas presentes hoy en la agenda ciudadana. Lo hace para poner de manifiesto a cada rato que su gestión se ha basado en el "desendeudamiento", aunque elude mencionar que los tradicionales créditos de los organismos financieros internacionales a la Argentina han sido reemplazados en su gobierno por el financiamiento del Tesoro Nacional con reservas del Banco Central y con fondos de la Anses que deberían estar reservados para los jubilados, y por el más injusto de los impuestos: el inflacionario.El mensaje que aspira a dar Cristina Kirchner es que si hay una izquierda nacional en la Argentina, es el kirchnerismo y que su gran competidor del momento, Sergio Massa, terminará funcionando como una herramienta de la derecha. Su mejor intérprete fue su filósofo político de cabecera, Ernesto Laclau, quien se pronunció en esos términos recientemente y agregó, en sintonía con lo expresado ayer por la Presidenta, que "la magnificación de los fenómenos de corrupción, de los que son atacados todos los gobiernos populares, es un caballito de batalla de la derecha".De cara al fin de ciclo que parece haber comenzado con el resultado de las elecciones primarias, la pregunta que sobrevuela a actores económicos y a buena parte de la dirigencia política es hasta qué punto Cristina Kirchner estará dispuesta a garantizar una transición ordenada a quien vaya a sucederla en diciembre de 2015.Con algunas precisiones formuladas a los...

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