Oposición y prensa, blancos del espionaje en América latina

No visten esmoquin ni manejan un Aston Martin ni seducen a mujeres de ensueño. Y mucho menos salvan al mundo. Al contrario de James Bond, los espías en América latina suelen tener un objetivo más pedestre, pero que va tomando fuerza: vigilar a opositores y periodistas.De Bogotá a Buenos Aires, de Caracas a Lima, los servicios de inteligencia, quien más quien menos, escuchan teléfonos, leen mails o infiltran agentes, todo para vigilar a personas o grupos que no comulgan con los gobiernos.Los servicios no necesitan triangulaciones satelitales ni nombres glamorosos, como el del programa Prism, que en las últimas semanas sembró la desconfianza global con el gobierno de Barack Obama. Basta con una tecnología cada vez más al alcance de la mano y, sobre todo, con la voluntad de poder."La inteligencia es una institución necesaria para la seguridad del Estado. El problema surge cuando los gobiernos sienten que «el Estado soy yo» y sienten que quien los critica es un potencial enemigo; es ahí cuando surgen los ciclos" o períodos de efervescencia clandestina, dijo a LA NACION el periodista colombiano Carlos Eduardo Huertas.Huertas y otros colegas de la revista Semana destaparon en 2009 uno de los mayores programas de espionaje que haya conocido la región: la vigilancia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a políticos opositores, jueces y periodistas durante el gobierno de Álvaro Uribe. El DAS fue luego desmantelado.Los malos ejemplos son tentadores, y lo que hacía el DAS en Colombia parece hacerlo hoy el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Venezuela. El Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, denunció en su momento que "las conversaciones que involucran a opositores políticos del presidente Hugo Chávez Frías y a sectores críticos del gobierno son monitoreadas y registradas por el servicio secreto".La situación no cambió con Nicolás Maduro. Como ejemplo, a principios de año, mientras Chávez agonizaba en La Habana, y con Maduro en ejercicio de la presidencia, el Sebin obtuvo información gracias a un "patriota cooperante" sobre una reunión en una casa de Caracas. El informe de la reunión, al que tuvo acceso LA NACION, señala que los asistentes eran "actores radicales vinculados con actividades conspirativas, desestabilizadoras y terroristas, de las cuales este servicio tiene...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR