Premios a la excelencia

Se realizó esta semana lo que va siendo una de las fiestas tradicionales del campo argentino: la entrega de los Premios a la Excelencia Agropecuaria por parte de este diario y Banco Galicia. Ha sido ésta la décima edición y, como una manera de realzar su significado, se instituyó, por primera vez, el Premio de Platino. Lo obtuvo, entre todos los ganadores de años anteriores del principal galardón anual ?el Premio de Oro?, un semillero que ha echado raíces aún más allá de nuestras fronteras: Don Mario.Hay actividades, como las que se corresponden con el multifacético ámbito de las actividades agropecuarias, en las que una rigurosa selección tropieza con la dificultad de hallarse ante un elevado número de personas y entidades en condiciones de merecer las más notables calificaciones como productores, fabricantes metalmecánicos y de maquinaria agrícola, investigadores, académicos.Los Premios a la Excelencia se confieren no a quienes se hayan destacado por un buen desempeño en tales trabajos interrelacionados, sino por haber abierto, además, nuevos rumbos y haberlo realizado mejor que el resto.Se ha dicho hasta el cansancio, aunque algunos no quieran aún notificarse de lo que oyen y leen y, en definitiva, debieran saber, que los índices de productividad agropecuaria están al tope en la creación de riqueza en la Argentina. Esto quiere decir que se trata del sector más dinámico de la economía nacional, el que más recursos relativos le aporta al conjunto de la sociedad, el que menos ventajas obtiene ?nada, en realidad, en comparación con los subsidios rurales existentes en Europa y los Estados Unidos? y el que más exacciones sufre por imposiciones fiscales. Sólo en retenciones, el campo aportó desde 2003 al fisco 60.000 millones de dólares.Desde la distinción al "mejor educador", que correspondió...