Ella los prefiere sin vena hippie

Alberto Fernández y Cristina Kirchner

Peor que la cara que Cristina Kirchner puso la semana pasada en Tecnópolis cuando el Presidente citaba a Spinetta en "Cantata de puentes amarillos", fueron las críticas que ella le dedicó después, al bajar del escenario, y del modo que la vicepresidenta objeta: en off the record . En público, lo único constatable había sido su gesto de reprobación: "¡Por favor!", llegó a leérsele en los labios mientras meneaba la cabeza. Después, delante de testigos, se explayó con adjetivos fuertes. Está convencida de que Alberto Fernández no se da cuenta de lo mal que le quedan esas posturas. "Me río porque sé que esta vena hippie a Cristina no le gusta", había aclarado él al ver la reacción.

La expresidenta no pierde ocasión para cuestionarlo. Al contrario de lo que algunos pretendían en la Casa Rosada, el encuentro de la semana pasada no sirvió para reconciliarlos, sino que ahondó las diferencias. Ella sigue repitiendo que se equivocó en la decisión de elegirlo como compañero de fórmula. Si quedaba alguna duda, Tecnópolis terminó de convencer a varios peronistas de que Alberto Fernández seguirá soportando estos desplantes y, más aún, de que está presto a acatarle al menos hasta 2023 sus órdenes medulares. Y a librar en todo caso contiendas menos desparejas. La que tiene con Massa, por ejemplo. Quienes conocen al jefe del Estado afirman que la designación de Scioli al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo en reemplazo de Kulfas puede tener como primer objetivo enviarle un mensaje al líder del Frente Renovador, enfrentado desde hace tiempo con el exgobernador.

Massa le atribuye a Scioli responsabilidad por el episodio del robo en su casa de Tigre en 2013 . A sus colaboradores y a otros peronistas les dice otra cosa: que en realidad la molesta es su mujer. "Andá a calmarla a Malena…", bromea. Algunos sciolistas no le creen. Suponen, en cambio, que quedaron asuntos pendientes de la campaña de 2013, cuando Scioli decidió a último momento, después de haber amagado durante varios días con el pase a la oposición, quedarse del lado de Cristina Kirchner.

Es cierto que, a diferencia del exembajador en Brasil, Massa viene siendo muy crítico de Alberto Fernández. También en off. A él tampoco le gustan las citas de Pescado Rabioso. No estaba en ese momento en Tecnópolis, pero su reacción llegó ese día, en simultáneo con la cara de Cristina Kirchner, al WhatsApp de algún colaborador. "Por Diossssss", se leyó en el...

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