La lógica de preferir La Habana antes que Davos

Cristina Fernández de http://www.lanacion.com.ar/1659346-cristina-kirchner-habla-en-la-cumbre-de-la-celac-en-cubaMás allá de sus problemas físicos, concurre tan sólo a aquellos eventos donde se encuentra cómoda, cultural y políticamente, y donde tiene la certeza casi absoluta de que no enfrentará desafíos ni circunstancias inesperadas. Así, evita sistemáticamente concurrir a donde puede llegar a ser cuestionada. Ocurre que su fuerte no es, para nada, el debate, sino el monólogo, como quedó demostrado cuando tuvo que enfrentar con escasos recursos los inesperados sofocones que sufrió en sus http://www.lanacion.com.ar/1511492-el-foro-de-harvard-un-hervidero-por-cristinaen los Estados Unidos.Por lo demás, con sólo mirar rápidamente hacia atrás, se advertirá que ni ella ni su marido concurrían asiduamente a la Catedral metropolitana en tiempos del cardenal Jorge Bergoglio, ni a las tradicionales exposiciones de nuestra Sociedad Rural, ni eran siquiera afectos a ir al Teatro Colón, en la ciudad de Buenos Aires.En estos días se realizó el Foro de Davos, denominado desde 1981 "Foro Económico Mundial". Se trata de un evento anual que se realiza regularmente en esa ciudad, en Suiza, bajo la batuta del economista suizo y profesor de la Universidad de Ginebra Klaus Schwab.Ese foro suscita claramente la atención de la clase dirigente del mundo. De Norte a Sur y de Este a Oeste. Para nuestra presidenta, en tanto, no es atractivo. Es cierto, con un relato mendaz y un modelo fracasado que hace agua por todas partes, no es fácil concurrir a Davos. Lo que allí escucharía presumiblemente Cristina Fernández de Kirchner no serían loas, sino críticas. No habría aplausos alquilados ni mucho menos automáticos. Ni preguntas previamente acordadas. Se multiplicarían, en cambio, las opiniones y consejos de primer nivel que sólo serían útiles si realmente existiera de parte de ella y de su gobierno disposición a escucharlos y a meditarlos con espíritu sincero de autocrítica, sin arrogancia ni falsos orgullos.En ese foro se catalizan las visiones del mundo y se reflexiona junto a sus principales actores públicos y privados por igual. Este año nuestra jefa del Estado hubiera podido conocer allí y escuchar al presidente de Irán, Hassan Rohani; al secretario de Estado norteamericano, John Kerry; al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y al par de éste en Japón, Shinzo Abe.También hubiera tenido oportunidad de estar junto al primer ministro de Australia, Tony Abbott...

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