El predio de un monasterio porteño de 1745 también alberga dos cementerios: uno de esclavos, y otro de monjas de clausura

Los pasillos están en penumbras y por los ventanales apenas se filtra algo de luz en una mañana lluviosa en la ciudad. Afuera la gente apura el paso para escapar de la tormenta, pero allí, en el primer piso del monasterio colonial de Retiro , el silencio retumba mientras se avanza entre las pequeñas puertas de las celdas que ocuparon durante más de 200 años las monjas de clausura. Hay ventanitas originales por donde las novicias participaban de las celebraciones en el coro bajo, el recinto enrejado que excluía al resto de las religiosas, a través de una gran reja de madera, de las misas tradicionales.

El Monasterio de Santa Catalina, está ubicado en San Martín 705, en Retiro

Los rasgos históricos se perciben en cada centímetro de la iglesia y el monasterio Santa Catalina , un conjunto que recibió la catalogación de Monumento Histórico Nacional en 1942 y 1975 , respectivamente, con las características de construcción que se mantienen intactas desde 1745, cuando se mudaron las primeras monjas. Los ladrillos de adobe de dimensiones inusuales , los techos abovedados, los elementos litúrgicos, las puertas de madera y parte de los pisos originales le dan ese valor patrimonial tangible que despierta el interés de cada visitante que se arrima al lugar.

El confesionario que era utilizado por las monjas de clausura; las religiosas tenían limitado el contacto con otras personas

Ambos sitios, que fueron tomados y sometidos en 1807 durante las Invasiones Inglesas , podrían tener aún más valor histórico en base a estudios recientes para evaluar el potencial arqueológico del predio de la calle San Martín 705 y del todo el perímetro comprendido por la avenida Córdoba, las calles Viamonte, Reconquista y San Martín donde funciona, además, un estacionamiento, una torre de departamentos y oficinas, y tiendas comerciales.

El análisis, solicitado por la comunidad de Santa Catalina ante los avances inmobiliarios que podrían poner en riesgo el conjunto histórico, concluyó que en el polígono estarían enterradas al menos 50 monjas de clausura que vivieron en el monasterio y esclavos africanos y afrodescendientes que construyeron las instalaciones. Los indicios más fuertes los ubican en los subsuelos del estacionamiento, que hace algunos meses volvieron a ser motivo de debate por un pedido de extradición para construir una plaza y la posible venta a otros cultos religiosos para la instalación de un templo.

El entramado de la reja de madera del Coro Bajo, el recinto...

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