La potencia del siglo XXI

En el último decenio, España fue la gran protagonista de la Copa Davis. Cuatro títulos y una final perdida en los últimos doce años marcaron el reencuentro de la poderosa Armada con un trofeo que, antes de la primera conquista, en 2000, le había sido esquivo, casi tanto como lo fue para la Argentina.¿Cómo llegó España a conquistar la Davis? Hubo un par de oportunidades que se escaparon, en 1965 y 1967, con sendas finales perdidas ante Australia; tiempos del apogeo de Manolo Santana y cuando recién asomaba Manuel Orantes, que sería la mayor figura del tenis español en los setenta. En los comienzos de los noventa, y con la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Barcelona, se creó el Grupo Bimbo, un programa auspiciado por una panificadora e integrado por jugadores de la categoría cadetes que recibió todo el apoyo técnico y monetario para desarrollarse. De ese plantel, con sede en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, en Ciudad Condal, surgieron Alex Corretja, Alberto Berasategui y Albert Costa.Sin embargo, ese progreso y surgimiento de nuevos valores no se traducía en buenos resultados en la Copa Davis; desde 1987, cuando llegó a la semifinal con Sergio Casal y los hermanos Javier y Emilio Sánchez Vicario, España debió esperar once años para volver a estar entre los cuatro mejores; en el medio, aparecían lesiones, bajos rendimientos, sorteos desfavorables. Y, también, algunos desajustes.En 1999, la Armada se mantuvo en el Grupo Mundial con una victoria sobre Nueva Zelanda, pero con un equipo formado por Félix Mantilla, Pato Clavet ?el actual entrenador de Juan Mónaco?, Julián Alonso y Juan Balcells, mientras que los más reconocidos (Corretja, Moya y Costa) se negaron a ir, lo que les costó fuertes críticas. A las pocas semanas, y en una decisión sorpresiva, la Real Federación Española destituyó a Santana de la capitanía y formó el G-4, un grupo que alineó a los entrenadores de los principales jugadores para alternarse en la silla; Javier Duarte (coach de Corretja), Josep Perlas (Albert Costa y Carlos Moya), Jordi Vilaró (Félix Mantilla) y Juan Bautista Avendaño (director del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat) conformaron ese cuarteto, con la idea de que los jugadores estuvieran cómodos. Cuando España conquistó la Copa, la alineación de ese grupo colegiado cambió, pero la tendencia se mantuvo algunas temporadas más.En 2000 surgió la oportunidad, con un sorteo favorable y una llave en la que, si se daban los resultados lógicos, podría jugar todos sus...