Una postergación que anticipa la idea de impunidad

La encrucijada que enfrentaba la campaña de con la inminencia del juicio oral y público por la corrupción que, se presume, contaminó la administración de Vialidad Nacional durante su gobierno era de difícil solución. La expresidenta estaba sometida a una pesadilla: aparecer en los medios de comunicación sentada en el banquillo. Y algo peor: rodeada de celebridades de las que se ha esforzado en tomar distancia desde la muerte de su esposo. Julio De Vido y Lázaro Báez, por ejemplo. Un camino, por lo tanto, era conseguir la postergación de esa escena. Pero , presenta un perjuicio equivalente o superior. Instalar la idea de que, para reponer la impunidad, no hace falta esperar a que la señora de Kirchner gane las elecciones. Alcanza con que prospere en las encuestas. Al evitar esa foto patibularia se buscó mejorar la imagen del pasado. Con el gravísimo costo de empeorar la de lo que estaría por venir.Los jueces Elena Highton, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti aceptaron el reclamo de las defensas, es decir, que los tribunales inferiores rechazaron pruebas que los imputados podían esgrimir en su favor. Ahora deben definir si esa queja tiene fundamento. Sería una sorpresa que, calibrando el escándalo que produjeron, digan que los acusados no tenían razón. Por lo tanto, cabe esperar que ordenen las diligencias solicitadas por los defensores de la expresidenta. Una de ellas es una auditoría sobre los costos de la obra pública en todo el país en el lapso investigado. Solo ese trabajo aseguraría que las audiencias comiencen después de las elecciones.La arbitrariedad en la consideración de las pruebas puede ser un argumento verdadero en una causa cuya politización se discutió desde el inicio. El problema es otro. Highton, Lorenzetti, Maqueda y Rosatti se apartaron del criterio que ellos mismos siguieron en situaciones similares: que la discusión sobre las pruebas debe ser tratada por la Corte solo cuando se dictó una sentencia definitiva. Es decir, cuando la deficiencia no puede ser subsanada dentro del proceso. Esta tesis, que es la que anteayer defendió en solitario Carlos Rosenkrantz, fue sostenida por el máximo tribunal en demandas anteriores de los mismos acusados en la misma causa. Quiere decir que la señora de Kirchner, De Vido, Báez y el resto de los acusados se beneficiaron por algo que no solo se les había negado a otros ciudadanos. Se les había negado también a ellos en circunstancias anteriores.Algunos de los jueces...

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