Los políticos se repliegan por el miedo a un tsunami electoral

Mauricio Macri y Cristina Kirchner

Vamos a señalar algunos movimientos que se están registrando en la política en estos días y pueden parecer intrascendentes. Por ejemplo, el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi se retira del gabinete y vuelve a Avellaneda, de la que es intendente, o lo era con pedido de licencia. Otro ministro, el de Desarrollo Social, Juan Zabaleta , le dejó su lugar a Victoria Tolosa Paz para volver a la intendencia de Hurlingham que había dejado -riesgosamente para él- en manos de La Cámpora al asumir el Ministerio. Juan Manzur deja nada menos que la Jefatura de Gabinete de Ministros para volver a Tucumán, intentando encontrar la vicegobernación su provincia. Si uno mira a Cristina y Máximo Kirchner , va a ver que están pensando la política casi reduciendo el drama a la provincia de Buenos Aires. Ese es el ajedrez que les interesa. Y Axel Kicillof intenta que no lo tomen como un activo para proyectarlo en la escena nacional como candidato a presidente e insistir en cambio con la reelección bonaerense. Todo esto que acabo de enumerar se da en el oficialismo, en el Frente de Todos.

Pero si miramos del otro lado, a Juntos por el Cambio, por ejemplo, los movimientos de Mauricio Macri , hay un propósito central en todo lo que está haciendo. Está bien, quiere ordenar al Pro en relación a lo que sería el programa de un eventual futuro gobierno de JxC. No sabemos muy bien si se va a postular como candidato a presidente, él dice que no. Pero tiene un interés por encima de todos los otros: el control de la Capital Federal, el control de la ciudad de Buenos Aires a través de la candidatura de su primo Jorge Macri , cuyo jefe de campaña es nada menos que Fernando de Andreis , que es la mano derecha de la vida cotidiana del expresidente.

¿Qué tienen en común estos hechos? Que los políticos se están replegando hacia territorios que creen más seguros , sus bases originales de poder, en la perspectiva de que puede haber un gran cimbronazo electoral . Un vendaval que se está registrado en las encuestas, sobre todo, en las cualitativas, donde la gente no dice a quién va a votar o qué imagen tiene sobre tal líder, sino que se expresa sobre qué sentimientos tiene en su relación con la vida pública, respecto de la política en general y la economía y qué visión se le ofrece sobre el futuro. Ahí hay una crisis, se ha abierto una nueva grieta, que ya no es entre kirchnerismo y antikirchnerismo. Esa grieta convive ahora con otra, más complicada e inquietante, que plantea un horizonte no del todo nítido para la vida democrática, que es el conflicto entre el electorado y la dirigencia política. El cambio de percepción respecto de los representantes que ya no son vistos por muchos electores como representantes sino como -para usar la palabra que usa la extrema izquierda en España y emplea aquí la extrema derecha de Javier Milei- una casta . Algo que no representa, sino que contradice a la comunidad. No la expresa, la oprime.

Este cambio de concepto se viene identificando hace mucho tiempo. Un experto en opinión pública en agosto del 2020, en plena cuarentena, me señalaba: "Estoy registrando algo raro. Nunca había aparecido. 6% del electorado no quiere a Macri ni a Cristina . Pero tampoco quieren Alberto Fernández o a Larreta . No quieren a nadie". Ese porcentaje hoy representa probablemente el 25% de la fuerza electoral. Y tendríamos que ver si no sigue creciendo. El primer dato técnico, contundente, corroborable de esta tendencia lo tuvimos el año pasado: los niveles de abstención que hubo en las elecciones.

Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta

Daría la impresión de que hay un repliegue hacia lo más conservador, hacia no tomar riesgo . Es una conducta en la que no incurren dos personas, dos líderes, que tienen muy poco que perder. Uno, lo acabo de nombrar, Javier Milei, que está en ascenso con algo así como 25% de intención de voto . El otro, Alberto Fernández , que está lanzado ahora, contra lo que para mucha gente serían evidencias contradictorias con ese deseo, hacia la reelección, hacia ocupar el centro que no quiso ocupar durante tanto tiempo durante su presidencia, el centro que ocupaba justamente en aquella cuarentena. Toma ese centro de la forma que sea, peleándose inclusive con un personaje ignoto de Gran Hermano que lo acusa de trapisondas que no están demostradas . Hay una página en Internet de periodismo de investigación que se llama El Disenso donde aparecen declaraciones antiguas de ese mismo personaje refiriéndose a problemas que tuvo con el presidente, cuando Fernández era directivo del Grupo BAPRO -estamos hablando de tiempos de Eduardo Duhalde -.

Está entusiasmado Fernández con el fraseo, la retórica que encontró para defender su Gobierno, sobre todo en oposición con Mauricio Macri en el Coloquio IDEA. Está entusiasmado con que los Kirchner lo estén dañando, quitando apoyo a Sergio Massa, sobre todo después de documento que el PJ bonaerense -con Máximo Kirchner y Pablo Moyano a la cabeza- dio a conocer el 17 de octubre en la Plaza de Mayo, que está en las antípodas de lo que necesita hacer Massa para renovar el acuerdo con el FMI. Fernández habla con Massa y le dice: "Viste, a vos te...

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