La política se resigna a no ser un fenómeno de masas

Michael Foucault examinó la "microfísica del poder": cómo se manifestaba capilarmente en sofisticados mecanismos de control derivados de diseños institucionales que en sí mismos reflejaban sistemas de poder y de ese modo reproducían su influencia. La sensación predominante en esta opaca campaña de cara a las PASO que tendrán lugar el domingo es la inversa: vemos una resignación de la política a ejercer el poder y a plantear debates con densidad, profundidad y ambición proporcionales a la gravedad de la decadencia secular en que está inmerso el país. Sobre todo en UP hay una enorme cuota de resignación ante los fracasos de la gestión: la dinámica inflacionaria y los estremecedores hechos de inseguridad como el de Morena obligan a que los dos principales candidatos oficialistas, Sergio Massa y Axel Kicillof, se muestren abatidos y hasta autocríticos. Estamos frente a una oferta electoral que se enfoca en el debate de personas, de nombres propios, en lugar de priorizar las ideas y los problemas de fondo: todo ocurre como si los "quiénes" fueran más importantes que los "cómo" y los "qué".

¿Sufre el país un problema de "personal político"? Difícil argumentar en sentido contrario . ¿Se arreglaría la Argentina solo con un cambio del plantel gobernante? Ojalá una respuesta positiva fuera verosímil. En un país en el que fracasan todas las administraciones, suponer que se limita a una cuestión de elenco político constituye una peligrosa simplificación. Debemos preguntarnos: ¿cuál fue hasta ahora el lugar de las instituciones, de las reglas de juego formales e informales que regulan nuestra vida económica, política y social, en este debate electoral? Marginal, si somos magnánimos. ¿Hemos aprovechado estas PASO para delinear un plan estratégico integral y convincente o, al menos, algunas ideas fuerza basales para transformar la Argentina en un país próspero y con oportunidades para todos sus habitantes? El vacío de la política se manifiesta en (y se profundiza por) la pobreza que caracteriza el proceso de deliberación que alimentan todos y cada uno de los candidatos.

Es cierto que los principales candidatos presidenciales (en orden alfabético, Bullrich, Massa, Milei y Rodríguez Larreta) coinciden en priorizar cuestiones fundamentales de la agenda ciudadana como la inflación y la inseguridad. Más allá de eso, la ciudadanía se quedó con las ganas de evaluar las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos mediante el consabido método de los debates...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR