Yo 'poldeo', tu 'poldeas', él 'poldea'

El sabio Voltaire no intentaba ninguna humorada cuando decía que Dios había creado el mundo, pero que le había dejado la creación de Holanda a los holandeses. Aunque extravagante, estaba en lo cierto si se tiene en cuenta que la mitad del territorio de este país, del tamaño de la provincia de Tucumán, estaría sumergida bajo el agua si el hombre no hubiera intervenido.

Visitar los campos holandeses es una experiencia irrepetible en cuanto a lo que es superar situaciones límite. A fuerza de una red infinita de canales, diques y bombas, los holandeses pueden llegar a producir en suelos que fueron ganados al mar y que se encuentran hasta siete metros debajo de su nivel. Mientras se observa este logro, jaqueado también por las aguas que traen en su desembocadura los grandes ríos de Europa, entre ellos el Rin, es imposible no rebelarse ante el fatalismo con que se toman las frecuentes inundaciones que viene sufriendo distintas regiones de la pampa húmeda, desde las de la cuenca del Salado hasta las de Córdoba y Santa Fe. Por la frecuencia y el nivel multimillonario de daños que están provocando, los cordobeses tienen por lo menos tres millones de hectáreas que ya se inundaron cinco veces en los últimos tres años, se debería estar tomando el problema como una cuestión de Estado.

¿Cuál es entonces la receta que aplicaron aquí en Holanda? La tentación por afirmar que la respuesta se encuentra en las herramientas técnicas que utilizan en el manejo del agua es grande pero no termina de explicar el fenómeno. Lo primero que hay que tener en cuenta es que los holandeses han recorrido un largo camino. Ya en 1300 los habitantes de las ciudades y granjeros crearon la primera Junta de Agua. Los característicos y pintorescos molinos holandeses de la Edad Media no son otra cosa que bombas con la que secaban sus campos bajos para trasladar al agua a canales de mayor altura y de ahí sacarlas a los ríos y al mar. Y desde el 1800 el manejo del agua tiene el status suficiente como para que se ocupe un ministerio. Últimamente desarrollaron institutos especializados como Deltares, que estudia el comportamiento y manejo del agua a niveles que se acercan a la ciencia ficción. No es para menos, Holanda debe ser uno de los países más afectados por el cambio climático, amenazado por el descongelamiento de las capas polares y la suba de los mares.

De todo este conocimiento y experiencia que tienen los holandeses se generó un cambio de paradigma que es importante tener en...

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