Podoroska un sueño de Rosario al mundo

Cumplió 18 años el 10 de febrero pasado y es la tenista juvenil argentina de mayor proyección dentro de un circuito internacional femenino que, se sabe, no cuenta con muchas representantes de nuestro país. Nadia Podoroska es muy joven, pero es consciente del papel que le toca. Su nombre y su apellido tienen un inconfundible tinte del Este europeo; sus abuelos son ucranianos. Es la primera de la familia que se dedica al tenis, pero no la única deportista; Iván, su hermano, juega al handball. Podoroska tomó la raqueta por primera vez a los cinco años, en el club Fisherton, en su Rosario natal. Con el tiempo se fijó en las hermanas Serena y Venus Williams, pero de aquellos días en los que era muy pequeña dice que seguía por la televisión a los varones de la Legión Argentina, protagonistas en cada fin de semana en el tour.

"Mi papá jugaba al paddle y al squash, también tenía una mesa de ping pong, pero nada de tenis. De chiquita yo veía jugar a Guillermo Cañas. Quizás había jugadores mejores, pero me gustaba seguirlo. Después me hablaron de Gabriela Sabatini, pero nunca tuve la oportunidad de verla jugar; cuando era chica estaban Paola Suárez y Gisela Dulko, pero casi no las pasaban por la tele. Nunca tuve un espejo en la parte femenina. Recién después aparecieron las Williams. En varones me gusta cómo juega Novak Djokovic, tiene todos los golpes y me gusta su fortaleza mental en los puntos clave", le cuenta Podoroska a LA NACION.

Con 14 años y nueve meses, se convirtió en una de las argentinas de menor edad en conseguir puntos en el WTA Tour, por detrás de Gaby Sabatini (14 años y cinco meses) y Gisela Dulko (14 años y siete meses); actualmente es la 368» del ranking. Y habla sobre su papel de esperanza de un tenis femenino argentino que necesita figuras: "No lo veo como una presión. Quizá cuando era chica podía sentir algo así, pero después aprendí a disfrutarlo. Es una oportunidad, y para el tenis argentino es importante tener un junior que está surgiendo, y que pueda servir también como motivación para las chicas de 12 o 13 años. Todavía no hice nada, pero creo que voy por el camino correcto. No hay que pensar en la presión o en qué pasa si en algún momento me va mal, se trata de enfocarme en mi juego y en trabajar para mejorar, y después se darán los resultados".

Cuando tenía 10 años, dejó de jugar durante varios meses a causa de un problema familiar. Retomó con Carlos Rampello como entrenador, quien le vio condiciones para dedicarse a...

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