Poca presencia gremial y malestar por la falta de precisión en los anuncios

Presencia mínima, pocas sorpresas y cierto sabor a poco. A diferencia de otros años, los gremios fueron ayer observadores "alejados" y poco protagonistas de la primera apertura de sesiones del Congreso a cargo de .

Tal como estaba previsto, de especial interés para los sindicalistas por su impacto en el bolsillo de los trabajadores frente al avance sostenido de la inflación. Según los destinatarios, sin embargo, faltaron precisiones.

El Presidente prometió universalizar la asignación por hijo, pero, lejos del corto o mediano plazo que esperan los gremios, habló del final de su gestión como horizonte temporal para concretarlo.

Respecto del impuesto a las ganancias, volvió a elogiar la suba del mínimo no imponible -que para los gremios es insuficiente y contradictoria-, e intentó morigerar la marcha atrás de hace 10 días, cuando ubicó la corrección de las escalas en 2017. "El complemento imprescindible de las escalas deberá ser tratado por el Congreso lo antes posible", matizó. Volvió a quedarse a mitad de camino, según los gremios.

Fue el único momento en el que dirigió su mirada a la izquierda, hacia el palco reservado para los sindicalistas. Sólo lo escuchaban Hugo Moyano, de vínculo cercano con Macri aunque últimamente crítico del Gobierno, y Gerónimo "Momo" Venegas, de confesafe macrista.

La presencia de Moyano, que llegó acompañado por su hijo Jerónimo de 16 años, marcó su vuelta al Congreso para el inicio de un período legislativo después de cuatro años de ausencia tras la pelea sin retorno con Cristina Kirchner.

Cuando le pidieron un balance del discurso, Moyano eligió ser escueto, aunque dejó claro que seguirá de cerca los pasos del Gobierno: "Fue un discurso realista con proyectos importantes que esperamos que se cumplan", advirtió.

No estuvieron invitados infaltables de las aperturas de Cristina Kirchner, como el jefe de la CGT entonces oficialista, Antonio Caló, José Luis Lingeri y Andrés Rodríguez. Todos aprovecharon la distancia con el Congreso para, además, esquivar las declaraciones.

Tampoco estuvo Luis Barrionuevo. "Me cansé de aplaudir y después arrepentirme. Voy a esperar que Macri haga lo que prometió y después aplaudo", se despachó...