Poca militancia y los nervios de Lula en un día que le dolió al PT

BRASILIA. Aunque el Congreso de Brasil hirvió ayer de actividad por la comparecencia de la suspendida presidenta Dilma Rousseff ante el Senado, en las calles de Brasilia la vida transcurrió casi como si se hubiera tratado de un día normal.

Apenas unos 1500 militantes del Partido de los Trabajadores (PT) y de los movimientos sociales de izquierda marcharon hacia el Congreso en la mañana para expresar su apoyo a Dilma. Llevaban rosas rojas y carteles con leyendas en las que se leía: "¡Vuelve, Dilma!" y "El golpe es contra las mujeres", además de corear cánticos contra el presidente en ejercicio, Michel Temer, ex vice de Rousseff, acusado de traidor.

Ni bien Dilma llegó al Congreso, los manifestantes, rodeados de un enorme operativo de seguridad, la recibieron con gritos de "Dilma, guerrera del pueblo brasileño". Atrás, la enorme Explanada de los Ministerios estaba prácticamente vacía, atravesada por un muro de metal levantado para separar a los grupos pro y anti impeachment que se esperaba fueran multitudinarios, pero no se materializaron como en las anteriores votaciones de este proceso de juicio político.

"Es tan absurdo y escandaloso lo que ha ocurrido que ha llevado a los movimientos sociales a la parálisis. Muchos militantes quedaron desgastados por este proceso largo e intenso de movilización. Y hay otra gente a la que no le ha caído la ficha que el golpe que está ocurriendo no se trata sólo de la sustitución de Dilma, sino del fin de una política de inclusión social que terminará por mutilar los derechos de todos los trabajadores", se lamentó ante LA NACION Roselene Correa, directora del Sindicato de Profesores del Distrito Federal.

Junto a ella había representantes del (PT), la Central Única de Trabajadores (CUT), el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), entre otros, los mismos que levantaron el campamento "contra el golpe parlamentario" al lado del Estadio Nacional Mané Garrincha. Los líderes sociales reconocieron que la falta de dinero que...