En La Plata perciben un desgaste de la protesta

Cada día, desde el 6 de marzo, los inspectores regionales de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense envían dos reportes a La Plata para informar el nivel de acatamiento al paro en las escuelas públicas provinciales de sus distritos. Uno del turno mañana, el otro de la tarde. Desde que se inició la protesta de los docentes, el titular de la cartera educativa bonaerense, Alejandro Finocchiaro, y la gobernadora, , consumen a diario esos relevamientos. A medida que se extiende la huelga, las conclusiones que van sacando no son pocas.

La primera, según indicaron a LA NACION desde el gabinete de Vidal, pasa por el debilitamiento de los niveles de adhesión al paro a medida que se extiende el conflicto. Con una excepción: los días de movilización, que vuelven a elevar los índices.

"El primer día de paro la adhesión rondó el 65%. El siguiente fue del 60%. Al tercer día, y desde entonces, el nivel de adhesión al paro se ha estabilizado en torno al 40%, cayendo lentamente y sólo subió el jueves de la semana pasada, cuando fue la movilización a La Plata, y este miércoles, con la marcha a Plaza de Mayo", resumió un funcionario.

La segunda conclusión es que la huelga se concentra en el conurbano y los grandes centros urbanos y tiende a desaparecer en el interior provincial. El contraste entre el interior y el conurbano es evidente en los informes: en el interior se elevan desde el 60% a más del 90% el promedio de las escuelas que funcionan con normalidad los días de paro.

Históricamente, en el conurbano tiene mayor preponderancia el gremio del Suteba, que conduce Roberto Baradel, mientras que en el interior cobra más peso la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), que lidera Mirta Petrocini. A la vez, el impacto de las medidas económicas del gobierno sobre el conurbano y el interior agropecuario es notoriamente distinto.

Pero en La Plata prestan especial atención a la tercera...