El plan de campaña en medio de una tragedia nacional

El presidente Alberto Fernández centrará la campaña electoral en la llegada de vacunas y los anuncios de obra pública; el Frente de Todos puso pausa a los conflictos internos

Alberto Fernández suele decir que su vida como presidente ha sido como "caminar en un terremoto" porque "el piso se te está moviendo permanentemente". Es su forma de retratar lo que significa gobernar en pandemia , pero algo del subconsciente se cuela en la metáfora elegida por un líder que sufrió en un año y medio un incomparable desgaste interno. Los desafíos cotidianos a su autoridad moldearon una gestión imprevisible y a menudo ineficiente para responder a un presente trágico .

El Frente de Todos resultó hasta ahora un dispositivo fallido para gobernar, pero busca probar que sigue siendo un instrumento electoral exitoso. Cristina Kirchner demostró en los últimos días que conserva los reflejos intactos para saber cuándo pausar las guerrillas entre los propios y alistarse para la campaña. Fernández ejerce otra vez de ejecutor fiel de los planes de ese colectivo con una conductora indiscutida.

"La orden bajó alta y clara. Basta de peleas y operaciones entre nosotros . Foco y acción", retrata un hombre de peso en el oficialismo, acostumbrado a sufrir en el fuego cruzado entre el kirchnerismo duro y los habitantes del equipo presidencial.

El punto de largada de la campaña encuentra el Gobierno en el peor momento de imagen de la gestión, con una sociedad en extremo pesimista sobre el futuro económico y que mira con angustia la cuenta de muertos por el coronavirus (más de 10.000 en 20 días) . El miedo a perder es sabio: la unidad del peronismo es la condición número uno para encarar la temporada electoral.

Alberto Fernández escucha el discurso de Putin en la videoconferencia de la que participó el viernes; le agradeció al "amigo" ruso por la Sputnik V

La segunda es conseguir vacunas . En los últimos días, embriaga al gobierno nacional y al de la provincia de Buenos Aires la esperanza de una "tormenta de dosis" que permita tener a una enorme porción de la población inoculada antes de votar.

La fallida negociación con Pfizer y las complicaciones con AstraZeneca impidieron el inicio del plan de vacunación en el verano, a tiempo de atenuar el golpe infernal de la segunda ola. El costo de ese fracaso se cuenta en vidas y destrucción económica

Los partes de prensa del Gobierno están llenos de fotos de bodegas de avión con cajas de vacunas y ciudadanos felices con motitas de algodón en el hombro. En junio esperan que se regularice el arribo de las AstraZeneca que fabricó Hugo Sigman en...

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