Pierde hasta cuando no lo merece

Sin palabras. Quilmes se quedó sin palabras. Pierde hasta aquellos partidos en los que no merece irse sin nada. Hugo Tocalli, su entrenador, más golpeado en su ánimo, sigue sin encontrar la fórmula que tuerza el rumbo. Otra derrota, la cuarta en el Apertura, caldeó los ánimos después del empate sobre la hora ante River, el domingo pasado, que tuvo el efecto refrescante de un paño frío sobre una frente afiebrada.Quilmes otra vez se quedó sin nada, como si sus bolsillos estuvieran agujereados. La primera victoria se le niega sistemáticamente en el campeonato que marcó su regreso a la elite. Arsenal, con muy poco, le quitó, al menos, el punto que habría merecido. Tocalli fijó la vista en algún punto del horizonte. Miró sin mirar. Y pensó en un sinfín de alternativas. No era ése el momento de decisiones. El presidente José Luis Meiszner lo palmeó. Unas horas después, se reunieron. "Acabo de estar con los dirigentes y ellos me dieron su respaldo para que continúe. Tengo claro que no estamos en un buen momento pero también es cierto que el equipo no juega mal y que hoy no mereció perder", comentó más tarde el técnico.Quilmes tiene algo en su favor: la gente aún no cayó en la desesperación. Sabe que no se juega bien, pero también comprende cuando el equipo merece algo más, como anoche. Apenas unos silbidos despidieron la marcha del equipo. Aunque también cabe otra interpretación. ...sa que podría encuadrar las reacciones entre señales de resignación.Otra habría sido la historia si aquel remate de Aranguiz no se hubiese estrellado en el travesaño. La fortuna no se alía con Quilmes. No es que le haya sobrado el...