Pese a la fuerte presión impositiva, no habrá una reforma tributaria en 2017

Francisco Cabrera apoyó sus brazos en el atril. Parado en una pierna y envolviendo con la otra el talón, volvió a hacer un mea culpa. "Sabemos que parte de los problemas de competitividad que tienen son culpa del Estado", repitió a un centenar de empresarios que lo escuchaban el lunes en Casa Rosada. "Necesitamos una reforma tributaria. Hoy hablé con Alfonso (por Prat-Gay) y... tenemos nuestras restricciones fiscales", alertó el ministro de Producción.

Dos fuentes involucradas en el proceso de reforma fiscal integral que analiza el Gobierno dijeron a LA NACION que la misma no llegará en 2017. Hay elecciones y no es políticamente correcto librar a empresas privadas de más impuestos. Pero, además la plata no alcanza. Algún optimista piensa en marzo de 2018. Otros lo patean a un año y medio. El gradualismo será nuevamente leit motiv.

Asoman las internas por el timming. Cabrera es el encargado de seducir a los hombres de negocios para que inviertan y compitan con el mundo en una economía más abierta. Todo con el costo argentino a cuestas. En la Casa Rosada, en cambio, apuntan al equilibrio fiscal para seguir bajando el costo de capital. "Hay que inundar la Argentina de dólares", estimó ante LA NACION un funcionario con despacho en Balcarce 50. En Hacienda hacen equilibrio: allí reside la Comisión para la Reforma Tributaria, empujan un mayor crecimiento a través de una baja de tasas -que Federico Sturzenegger, en el Banco Central, aún no avala- y quieren mantener su pauta de déficit fiscal de 4,2% para 2017.

La Comisión se reúne cada semana. De los encuentros, coordinados por el economista Nadín Argañaraz, participa muchas veces el mismo Prat-Gay. Allí, según contaron, están aún en una etapa de "diagnóstico". La idea de la Comisión es proponer una reforma "progresiva, simplificadora y que promueva el desarrollo social". En Hacienda quieren manejar sus propios tiempos y, por eso, en un contexto de blanqueo rezan por que ninguna artimaña legislativa le ponga un cronómetro a Prat-Gay a la hora de una reforma global.

"Ingresos brutos es la obsesión de Macri", contaron. "Habrá que hacer un fuerte trabajo con las provincias", coincidieron en la Casa Rosada. En ambos despachos descartan que se pueda llegar a impulsar un IVA provincial, propuesta oficial del gobierno de Córdoba. En las empresas prefieren una baja y un emparejamiento de las alícuotas para terminar con las "aduanas internas", algo que está también en la mira de la Corte.

Entre 2005 y...

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