El peronismo, muy cerca de la ruptura

La política podría ponerle fin dentro de poco a una leyenda: la que aseguraba que peronismo y cristinismo son la misma cosa. Fue útil; ya no lo es. Es probable que la salida -o no- del default se convierta en la cuestión que dejaría esa relación definitivamente herida. La mayoría de los gobernadores y senadores justicialistas prefieren respetar la relación de fuerzas que ven y tocan. Mauricio Macri volvió a crecer en las últimas encuestas y los números favorables de ahora se parecen a los de principios de enero, según dos sondeos con resultados muy similares. La aprobación del gobierno y del Presidente está más cerca del 70 que del 60 por ciento de la sociedad consultada. La Argentina de Macri es ahora, por otro lado, una novedad elogiada por casi todos los referentes internacionales. A pesar de aquellas encuestas, al Presidente le va mucho mejor en el mundo que dentro de su país.

Martín Redrado es asesor económico de Sergio Massa. Cuenta una anécdota que vivió en días recientes en Londres. Fue recibido por el presidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, quien lo sorprendió con una frase corta y clara: "La Argentina es el único lugar que brilla en América latina", le dijo. Macri mismo recibió a funcionarios del gobierno de Dubai, que le prometieron varios miles de millones de dólares en inversiones. Empresarios agropecuarios argentinos también le aseguraron inversiones (en este caso por cientos de millones de dólares), pero las dos promesas, la del emirato y la de los argentinos, fijaron plazos de entre 9 meses y dos años para concretarlas. Hay dos velocidades: un tiempo necesariamente lento para las inversiones y la necesidad política del Presidente, que es más urgente. "Debo construir el puente entre el presente y ese futuro", concluye Macri.

Las primeras medidas de su gobierno crearon la expectativa externa fácilmente perceptible. Ahora debe demostrar que puede gobernar, es decir, que puede aplicar las decisiones que toma. El mundo aplaude las buenas intenciones, pero sólo reacciona cuando las ve concretadas. El acuerdo con los holdouts es, por eso, un test clave para demostrar que cuenta con una dosis importante de gobernabilidad. Ningún argentino advirtió nunca el enorme daño que el anterior gobierno hizo al país cuando decidió desoír una orden de la justicia norteamericana, que significó, además, reinstalar el default con una parte de la deuda pública. El default argentino está desde entonces en la agenda del mundo como un...

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