Un perfil gerencial y un plan político

Mauricio Macri definió ayer su gabinete. En la selección de los ministros y funcionarios sobresale un rasgo: el profesionalismo, entendido como capacidad gerencial. Ese criterio no debe sorprender en alguien que, como Macri, se formó en una empresa.

Para el nuevo presidente política es gestión, antes que otra cosa.

Esa inclinación personal podría ser propicia para el momento histórico. Los gobiernos kirchneristas compiten con ventaja con muchos de sus predecesores en autoritarismo y corrupción. Pero en cuanto a mala praxis han batido el récord. Cristina Kirchner deja tras de sí un país con 7000 millones de dólares de reservas, habiendo gobernado durante un ciclo con precios agropecuarios siderales. Incrementó la pobreza. Destruyó las estadísticas. Terminó con el autoabastecimiento energético. Y convirtió a los argentinos en los únicos terrícolas que regresan del celular a la telefonía fija por el colapso de las comunicaciones inalámbricas. El frontispicio de las ruinas debería contar con, por lo menos, tres retratos : Julio De Vido, Guillermo Moreno, Axel Kicillof.

Detrás de la propensión tecnocrática de Macri asoma una estrategia política. Él llega al poder después de revertir la derrota en la primera vuelta, lo que siempre significa contar con un volumen de votos prestados. Además, no dispone de la mayoría en ninguna de las dos cámaras del Congreso. Dada esa fragilidad, su apuesta inicial es legitimarse con un éxito administrativo. Las disputas convencionales de poder quedarán subordinadas a ese objetivo. Es la idea central del nuevo jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien Macri considera una de las dos personas más relevantes de su elenco. La otra es María Eugenia Vidal.

El nuevo presidente confirmó su predilección por Alfonso Prat-Gay para Hacienda y Finanzas. Prat-Gay es un profesional con antecedentes destacados a escala internacional. Y fue, desde el Banco Central, un funcionario clave en la superación de la crisis de 2001. Su legendario resquemor frente a las figuras estelares -Maradona, Riquelme, Bianchi- llevó a Macri a autosugestionarse diciendo que no habría un "superministro" y que la cartera económica sería dividida. Prat-Gay tendrá las competencias funcionales que hoy tiene Kicillof.

El nuevo ministro estará secundado por Pedro Lacoste, su ex vice en el Central y socio en Tilton Capital, una administradora de activos cuyo nombre esconde una pista conceptual: Tilton era la casa de campo de lord Keynes. Otro íntimo de Prat-Gay...

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