Pepe Romero: 'Vine a dar una mano y me quedé toda la vida'

Pepe Romero hace de todo. Abre el portón del cálido caserón, mezclado en las calles barrosas de El Palomar. Invita a pasear al simpático perro, desesperado por inmortalizarse en las fotos. Saca de escena a la moto que descansa en la entrada ("Es de mi hijo, le insisto en que se cuide con la locura de la velocidad") y, en el living, calienta el agua, la riega en el termo y prepara un amargo ideal para la charla. "¿Vos querés saber cuál es mi secreto? ¿Por qué hace más de cinco años que dirijo al mismo equipo? Te cuento: fui preceptor durante 20 años de la escuela San José Obrero, en Caseros, en donde siempre viví. Sé cómo tratar a los jóvenes, cómo conducir un grupo", lanza, medio en broma, medio en serio, ya cuando las cebadas pierden el sabor. Cuando cae la noche descubre, una hora y media después de palabras al viento, una clave de un hombre récord. El entrenador que, luego de sudorosos años de ascenso, disfruta un premio impensado: ser el DT en primera con mayor recorrido. Cinco años, un mes y 13 días, hoy."Tengo más de 60", se divierte, reservado. Hijo de laburantes de fábrica, padre de dos varones y dos hijas de su primer matrimonio y reincidente con dos chicas de su segunda vuelta en el amor, en la que lleva 13 años, cuenta seis nietos, su verdadera certeza cuando las nubes se entrometen con el sol. Cinco años, dos ascensos (de la primera B a la B Nacional, de la B Nacional a primera), cien historias. "El 2 de abril de 2007 fue el día exacto en que tomé a All Boys. Nunca me iba a imaginar que iba a ser la fecha de inicio de algo tan grande en el tiempo. All Boys estaba en la B, con Caqui Ferraresi, y yo estaba tomando un café, cerca del club. Me llama el presidente para que diera una mano, porque el técnico se iba. Había muchos problemas políticos, la gente estaba mal. No se podía entrenar en nuestra cancha, los hinchas estaban muy disconformes. El clima era caliente", cuenta, entre el mate y algunos sándwiches de miga.-¿Qué pasaba?-Había muchos problemas, en el plantel había divisiones. El único que estaba era Cambiasso; él y yo seguimos hasta hoy. Somos los únicos. Fue un acuerdo de palabra y listo. Vine a dar una mano y me quedé toda la vida.-¿Soñabas con permanecer tanto tiempo?-Nunca me imaginé esta situación. Vi pasar muchísimos técnicos por acá, no se daban los resultados y eran echados. Soy un entrenador hincha, porque lo vivo con pasión. Salí campeón con 15 puntos de ventaja en 2008, el equipo andaba solo y llegamos a la B Nacional...