La peor crisis internacional desde el default

Una compra acordada de YPF a Repsol (que era posible) le hubiera amputado a la operación el trazo épico y el aspecto guerrero. Así no servía. En su lucha cuesta abajo con las encuestas, Cristina Kirchner necesitaba del http://www.lanacion.com.ar/1466936-a-primera-vistaypf-una-resurreccion-con-sabor-a-epopeya Las encuestas le están dando a la expropiación una aceptación menor de la que el Gobierno esperaba; es posible, además, que a los argentinos les importe muy poco si YPF http://www.lanacion.com.ar/1465945-kicillof-no-vamos-a-pagarles-lo-que-dicen o por Antonio Brufau. Según la encuesta de Poliarquía que publica hoy LA NACION, una mayoría social culpa más al Gobierno que a Repsol por la disminución de las reservas de petróleo y gas. También la mayoría espera negativas repercusiones en el exterior. Estos dos datos incuban un serio riesgo para la Presidenta en el futuro mediato.A cambio de tan poco, Cristina Kirchner metió al país en http://www.lanacion.com.ar/1466696-rajoy-define-sanciones-contra-la-argentina-por-ypf-bloquearian-importaciones desde la guerra con la OTAN por las Malvinas y desde el campante default, el más importante en la historia de la humanidad. El mundo ha hecho saber públicamente, con menor o con mayor intensidad, su rechazo a la expropiación de YPF. Hay dos informaciones extraoficiales, sin embargo, que sobresalen. Una dio cuenta de que la mayoría de los países latinoamericanos avisó oficiosamente a España, al resto de Europa y a los Estados Unidos que no son como Cristina Kirchner o, lo que es peor, como la Argentina. Algunos países lo hicieron en declaraciones públicas (México, Colombia y Chile), pero otros lo deslizaron en ámbitos más reservados. Es exactamente lo mismo que sucedía con Hugo Chávez en el apogeo del chavismo. La aclaración de entonces (No somos como Chávez) incluyó varias veces al entonces presidente argentino Néstor Kirchner.La otra información alude a la reacción de los Estados Unidos. A la Argentina no le fue bien en la reciente cumbre de Cartagena. Tiene pleitos pendientes con gran parte de los países asistentes por el virtual cierre de las importaciones y, además, sólo quería sacarle a la reunión un documento contra Gran Bretaña por las Malvinas. Washington no quiere desviarse del estrecho sendero de la neutralidad que eligió. El caso de Canadá es más comprensible aún: la reina de Gran Bretaña es su simbólica jefa de Estado. El consenso estaba roto.A su vez, los países latinoamericanos tienen problemas más...

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